¿Qué cosas hacían nuestros padres con nosotros que ahora serían un escándalo?

¿Qué cosas hacían nuestros padres con nosotros que ahora serían un escándalo?

Velar por el bienestar de sus hijos es lo que hacen todos los padres y es lo que hacían también los nuestros con nosotros cuando éramos pequeños. Sin embargo, las cosas cambian y ahora esos cuidados, en muchos casos, se realizan de tal forma que nada tienen que ver con los de antaño. Es más, si ahora hiciéramos determinadas cosas que llevaban a cabo nuestros progenitores, eso sería un escándalo, nos pondrían en tela de juicio, nos dirían que somos irresponsables e incluso que no merecemos tener un hijo.

¿Vemos juntos a qué acciones nos estamos refiriendo? Las más significativas a continuación:

Viajar en coche sin cinturón

Está claro que la seguridad en los vehículos ha mejorado y ahora se apuesta porque los pequeños vayan adecuadamente protegidos en sus sillitas y con el pertinente cinturón, lo que garantiza que en caso de choque no sufran daños o que, al menos, sean lo más pequeños posibles. No obstante, antes viajamos en el coche de nuestros padres tal cual, sentados y ya está, sin cinturones y sin sillas de ningún tipo. Una imagen de nuestra infancia que ahora es totalmente impensable porque, entre otras cosas, conllevaría una multa elevada para el progenitor que decidiera llevar a su hijo de esta manera.

En este caso, está claro que las cosas han cambiado y para bien.

Una torta en el culo

Está claro que la violencia no soluciona nada y que no debe recurrirse a la misma en ningún momento para castigar al hijo o hacerle ver que se ha comportado de manera inadecuada. Así, hoy la sociedad rechaza de pleno la misma y eso hace que los padres no quieran ni deban emplearla para educar a sus pequeños.

No obstante, esto no era así décadas atrás. Es más, en aquel momento se pensaba que una torta en el culo a tiempo era una buena forma de evitar situaciones gamberras reincidentes por parte del niño.

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Los deberes, nuestra responsabilidad

Una gran controversia es la que se está viviendo ahora en nuestra sociedad con respecto a los deberes escolares. Y es que incluso han surgido padres que han iniciado una huelga en este sentido, pues consideran que es excesivo el volumen de tareas que tienen sus hijos.

Al respecto mucho es lo que habría que exponer tanto en una postura como en otra, a favor y en contra. No obstante, es innegable que ahora los progenitores están más encima de sus niños en ese sentido, tienen o quieren hacer los deberes con esos y esta es una situación que provoca que haya muchos adultos que se hallen cansados al respecto y aboguen por la huelga.

Sin embargo, antes nuestros padres no estaban tan pendientes. Nos intentaban ayudar a resolver las dudas que pudiéramos tener pero depositaban en nosotros la responsabilidad de cumplir con las tareas de la manera adecuada. Es más, no nos ayudaban tampoco a preparar las mochilas para el día siguiente, éramos nosotros los que lo hacíamos y si se nos olvidaba un cuaderno o un libro, teníamos que asumir las consecuencias de nuestro descuido.

A la cama sin cenar

De la misma manera, los padres de antes no dudaban en mandarnos a la cama sin cenar cuando nos comportábamos mal, cuando nos quejábamos de la comida que se nos había puesto en el plato o cuando queríamos que nos prepararan otra cosa que nos gustara más. Sin embargo, ahora no sucede así. Y es que los padres no pueden evitar pensar que les da pena que se acuesten sin comer nada, no dudan en cuestionarse si eso les va a perjudicar a sus niños…

Lo digo yo y punto

De la misma manera, otra cosa en la que se diferencian, por regla general, los padres de entonces y los de ahora es en su forma de atajar las situaciones. Antes, cuando llegaba un instante en el que los hijos pedían explicaciones de las decisiones de sus padres o se negaban a acatar las normas, los adultos soltaban la típica frase de “porque lo digo yo y punto”. Sin embargo, ahora no es así. En estos momentos, siguiendo las indicaciones de pedagogos y orientadores, lo habitual es que procedan a exponerles punto por punto las razones que les han llevado a tomar una determinación.

A grandes rasgos, estas podemos decir que son algunas de las cosas que hacían nuestros progenitores y que ahora si se hicieran por parte de nosotros con los hijos serían un escándalo. ¿Hay alguna más que tú recuerdas, alguna que tus adultos llevaran a cabo contigo y que en estos momentos ni se te ocurriría hacer con tus pequeños? ¿Hay algo que, en más de una ocasión, te has planteado cómo era posible que tus padres hicieran y que a ti te parece increíble?

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