Cómo hacer un frasco de la calma con los niños durante la cuarentena
El frasco de la calma es una de las mejores herramientas dentro del Método Montessori para calmar a los niños durante la cuarentena.
El Método Montessori y su frasco de la calma pueden resultar de gran ayuda en estos días en los que estado de alarma se mantiene en toda España por el coronavirus. Un frasco con el que los niños pueden calmarse cuando se sientan nerviosos o incluso enfadados por llevar tantos días metidos en casa y lo mejor es que podemos hacerlo fácilmente en casa.
Qué es un frasco de la calma
Un frasco o tarro de la calma es un instrumento inspirado en el método Montessori que se utiliza para devolver a los niños a una situación equilibrada después de un llanto o una pelea.
Este frasco especial ayuda a los niños a encontrar la calma y prepararlos para escuchar lo que los padres o maestros tienen que decir. El frasco de calma es útil en aquellas ocasiones en que el niño se siente un poco estresado o molesto y necesita unos minutos para calmarse, algo que es posible que se produzca durante estos días.
Pensemos que los niños llevan más de 15 días metidos en casa sin poder salir de modo que tener un frasco de la calma que al sacudirse produce un brillo especial de colores, puede ser la herramienta que les permita evadirse un poco y relajarse. Durante unos minutos, el niño se se sentirá atraído hacia el frasco y se concentrará en observar el brillo que cae lentamente al fondo. Es una manera fácil de relajar al niño y devolver su atención al momento presente.
Puede ser útil además enseñar a los niños a respirar profundamente mientras observan el frasco de calma. Intenta mantenerte cerca de ellos y tranquilizarlos mientras observen el frasco. Usar el tarro de la calma también puede ser útil para ayudar a los niños a hacer las paces tras una pelea.
Cómo hacer un frasco de la calma con los niños durante la cuarentena
Existen muchas variaciones para poder hacer un frasco de la calma, pero vamos a explicaros cómo hacerlo de forma fácil con los niños en casa y además con materiales que seguro tenemos.
Materiales
- 1 frasco de vidrio con tapa
- 1-2 cucharadas de pegamento brillante
- 3-4 cucharaditas de purpurina
- 1 gota de colorante alimentacio
- Agua caliente
Pasos
- La cantidad de agua a utilizar varía según la capacidad del frasco. Hemos de tener en cuenta que vamos a tener que llenar el frasco dejando un espacio en la parte superior para permitir que podamos agitar el contenido. Si usamos un frasco de plástico, hay que tener cuidado de que el agua no esté lo suficientemente caliente como para deformarlo.
- La purpurina y el pegamento con brillo se puede comprar online (si no lo tenemos en casa), mientras que en el supermercado se venden colorantes de alimentos.
- Lo primero que tenemos que hacer es echar agua caliente y pegamento brillante en el frasco. Revuelve con mucha paciencia para que el brillo se disperse en el agua. Agrega un poco de purpurina y mezcle nuevamente. Agrega también una gota de colorante alimenticio. Aprieta la tapa en el frasco con mucha fuerza.
- Si lo deseas, podemos usar también silicona caliente para cerrar la tapa mejor. Si deseas un efecto aún más colorido, puede agregar un poco más de purpurina y colorante antes de cerrar el frasco. También puedes mezclar agua y purpurina en un recipiente aparte antes de verter todo en el frasco, si es más conveniente para ti o si los niños quieren hacerlo y ver como el proceso sin perderse nada.
- A la hora de elegir el color de la purpurina y el colorante podemos tener en cuenta que entre los colores que mejor inspiran calma encontramos el azul y el azul claro. Otras instrucciones sugieren agregar una cucharadita de champú transparente al frasco para que el brillo caiga más lentamente.
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