Embarazo

Cómo comportarse durante el embarazo con un gato en casa

El riesgo de contagio por toxoplasmosis es algo que se teme mucho en el embarazo si se tiene un gato en casa. ¿Qué debemos hacer?.

embarazo gato en casa
Qué hacer si tienes un gato en casa y estás embarazada
Blanca Espada

Aunque la toxoplasmosis , una enfermedad de consecuencias bastante graves si se contrae durante el embarazo, suele ser transmitida por los gatos, no es necesario, en los 9 meses de gestación, «deshacerse» o sacar al gato de la casa. De hecho basta con seguir unas pautas muy concretas, de modo que veamos ahora cómo comportarse durante el embarazo con un gato en casa.

Cómo comportarse durante el embarazo con un gato en casa

Durante el embarazo, bastará con tomar algunas precauciones fundamentales para evitar problemas y prestar especial atención a algunas reglas de higiene que evitarán por completo el riesgo de contagio de toxoplasmosis y con ello, que podamos tener a nuestro casa en casa sin problema.

Al respecto, hay que hacer una aclaración de inmediato: el toxoplasma gondii , un parásito que se puede encontrar en el intestino de los gatos, se transmite a través de la ingestión por parte del animal de carne cruda infectada. Por tanto, es difícil que un gato doméstico, sobre todo si está castrado y no está expuesto al contacto con otros animales y además se alimenta únicamente de pienso seco y comida industrial (latas de carne o pescado), pueda contraer la enfermedad y convertirse, a su vez, en un vehículo de transmisión. Sin embargo, el caso de los gatos que viven al aire libre y alimentan o cazan ratones y pequeños roedores es diferente. En estos casos, aumenta el riesgo de que el animal contraiga el parásito de su presa ya infectada y se debe prestar mucha más atención.

Cómo ocurre el contagio

Para contraer la toxoplasmosis es necesario que se produzca un contagio entre las heces del gato, a través de las cuales se expulsan los huevos del parásito, y las mucosas humanas (ojos, boca …). Los huevos, de hecho, permanecen vivos en las heces durante un par de días y pueden transmitirse a los humanos a través del contacto involuntario con las membranas mucosas (por ejemplo, frotándose los ojos o la boca).

Es por eso que el uso de guantes de látex y una mascarilla a la hora de limpiar la caja de arena para gatos es una de las mejores formas de prevención para evitar contraer la enfermedad.

No hace falta decir, y esto incluso en condiciones normales, que sería una buena idea lavarse siempre las manos después de entrar en contacto con las heces de un gato (y cualquier animal).

¿Se pueden dar abrazos y caricias al gato durante el embarazo?

Dado que siempre es posible someter al gato a unas pruebas que puedan excluir la presencia del parásito en su intestino, no es necesario que renuncies a los mimos y caricias de tu gato durante los 9 meses de gestación.

Como decíamos, la infección se produce a través de las heces del animal y no al acariciar su pelaje o mimarlo como siempre se ha hecho. En cualquier caso, y esto independientemente del problema de la toxoplasmosis, después de tocar a un animal, perro o gato, siempre conviene lavarse las manos con agua y jabón.

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