5 consejos para prevenir la sudamina
Ahora que está a punto de llegar el verano, es importante que los padres pongan especial interés en cuidar la piel de sus bebés y es que esta, debido a las altas temperaturas y a otros factores, puede verse perjudicada por la llamada sudamina. Esta es una especie de sarpullido que aparece especialmente en los pequeños de menos de un año, que también es conocida como miliaria y que viene a ser el fruto de una obstrucción de las glándulas sudoríparas.
Granitos rojos en la espalda o en la cara son algunas de las formas en las que esa se manifiesta. Por eso, es importante evitarla. ¿Cómo? Llevando a cabo los consejos que damos a conocer a continuación:
1-Mucho cuidado con el vestuario
La primera recomendación que hay que tener en cuenta y, además, cumplir a rajatabla en pro de evitar que el bebé sufra sudamina es que se ponga especial cuidado en la elección de su vestuario. En este sentido, son varias las reglas que hay que respetar en todo momento:
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La primera es no abrigarle en exceso, porque esto puede provocar que sude mucho y, por tanto, que se den las circunstancias necesarias para que ese citado sarpullido aparezca en su piel. Por eso, es recomendable que para saber si tiene ropa de más frecuentemente se le toque el cuello, la espalda o la nuca. Así, si los tiene muy sudorosos es porque necesita que se le quite alguna prenda que lleve puesta.
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La segunda regla de oro que hay que cumplir se refiere a que es imprescindible que se le compren piezas que sean de algodón, ya que es un tejido que no perjudica la piel en ningún momento y además es transpirable.
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La tercera medida es que no se le vista con ropa demasiado ajustada, pues esta facilitará también la citada sudoración.
2-Cambio de pañal
De la misma manera, en pro de evitar la sudamina, se hace imprescindible también que se le cambie frecuentemente de pañal, para evitar que la zona del culete, por la humedad del orín o de las defecaciones, pueda favorecer la aparición del sarpullido.
3-Higiene diaria
Ni que decir tiene que otra medida fundamental a la hora de prevenir el sarpullido que nos ocupa es que al niño se le someta a diario a una estupenda higiene. En los meses de otoño e invierno, a los bebés no se hace necesario bañarlos todos los días, sin embargo, sí es recomendable hacerlo en verano para que así puedan sobrellevar mejor las altas temperaturas, refrescarse y hacerle frente a la sudoración.
Eso sí, en cuanto al baño hay que respetar una serie de reglas para conseguir que resulte efectivo, apropiado y nada perjudicial:
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Tiene que acometerse por un tiempo que no supere los diez minutos.
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Se debe hacer uso de un jabón que cuente con PH neutro.
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Si el pequeño después del mismo tuviese la piel excesivamente seca, hay que optar por recurrir al empleo de una crema hidratante apropiada. En estos casos, lo habitual es que los pediatras recomienden la utilización del conocido aceite de almendras.
4-Piel seca
Para no favorecer que en este verano tu bebé sea “víctima” de la sudamina, que le puede generar picores de diversa índole o quemazón, es importante que no permitas que su piel esté húmeda, pues eso facilitará la aparición de la citada. Por eso, cuando lo saques de la bañera es necesario que pongas mucho interés en secarlo a conciencia, que no quede ni un pliegue de su cuerpo mojado. De ahí que tengas que poner especial atención en lo que son zonas como las axilas, los muslos, entre los dedos de pies y manos…
5-Nada de lugares excesivamente calurosos
De la misma manera, es importante no olvidarse que, en la medida que se pueda, hay que evitar que durante el verano los niños estén en lugares que sean excesivamente calurosos, es decir, en los que primen las altas temperaturas. Por eso, si ese ambiente es el que hay en casa, es necesario que se ponga un poco el aire acondicionado o que se ponga en marcha un ventilador, siempre sin que le dé directamente a los menores.
Partiendo de todo esto, una buena alternativa, por ejemplo, cuando estáis en casa durante el verano es que tengas a tu hijo fresquito. Para esto será suficiente con que vista con el pañal y nada más o como mucho con el pañal y una camiseta de algodón de manga corta o tirantes. Así, se encontrará perfecto.
Si vais a la playa o a una piscina con el bebé, es fundamental no sólo que esté protegido con su sombrero y su camiseta sino también, entre otras cosas, que se halle debajo de una sombra o de una sombrilla. Es fundamental que evites que esté directamente bajo el sol.