Escuelas infantiles. Aspectos importantes que hay que saber

Cuando se produce el fin de la baja por maternidad, los padres, pero, sobre todo en este caso las madres, se enfrentan al momento de llevar a los bebés a la escuela infantil. Suele ser un momento duro, debido a la separación que supone, después de haber estado con sus hijos durante las 24 horas del día. No obstante, hay tener en cuenta que es un proceso beneficioso para los menores.

Para afrontar de la menor manera posible ese cambio en sus vidas, es importante que los adultos, de cara a tranquilizarse, puedan conocer a fondo qué son las guarderías. Por eso, a continuación, ofrecemos algunas informaciones de interés al respecto.

Las escuelas y las necesidades básicas

Las escuelas infantiles se preocupan, sobre todo, por lo que son las necesidades básicas de los bebés, es decir, comer, tener los pañales limpios y dormir. Los profesionales que trabajan en esos centros son perfectamente conscientes de que cada niño lleva un ritmo diferente y tiene sus necesidades a distintas horas. De ahí que estén constantemente pendientes de sus alumnos para poder satisfacer sus requerimientos tanto en cuanto a alimentación como a descanso o a higiene.

Afectos

Hay otras necesidades que también tienen los bebés y que no son las fisiológicas (comer, dormir…) pero que, de igual modo, son básicas: nos referimos a las afectivas. Y es que los niños también necesitan seguir disfrutando de cariño cuando no están con sus padres. Por eso, en las escuelas van a encontrar un ambiente agradable con compañía acogedora y con profesionales agradables y de trato cercano.

Otros aspectos importantes de las escuelas infantiles

Además de todo lo expuesto, es importante que los padres conozcan que las guarderías en las que van a dejar a sus hijos cuentan con otros pilares fundamentales que las avalan como una gran alternativa:

• Las escuelas infantiles cuentan con espacios separados para que unas actividades no interfieran en otras, pues, como hemos mencionado anteriormente, cada bebé lleva su ritmo. Por esto, cuentan con una sala para comer, otra para dormir y otra para acoger el desarrollo de juegos, clases…

• De la misma manera, no hay que pasar por alto que, además, los pequeños irán aprendiendo, poco a poco, ciertos hábitos necesarios para que vayan cogiendo algo de autonomía. Esto quiere decir que, de manera progresiva, se les va a ir permitiendo tanto comer solos como lavarse las manos o recoger sus juguetes. No obstante, eso sí, siempre bajo la supervisión del educador.

• Importante es también saber que irán ampliando habilidades en lo que respecta a la coordinación, pues el manejo, por ejemplo, de la cuchara es un buen ejemplo de ejercicio útil para este desarrollo.

• Por supuesto, los padres tienen que ser conscientes de que el hecho de que sus hijos convivan con otros niños también les va a servir muchísimo. En concreto, les ayudará a conocer normas y límites, pero, sobre todo, de modo especial les enseñará a que hay que respetar a los demás, por muy diferentes que sean.