10 señales de alarma en los recién nacidos

Tener un bebé recién nacido es siempre motivo de alegría pero también de preocupación, en especial si somos padres primerizos. El simple hecho de no tener experiencia con el comportamiento del bebé hace que nos preocupemos por todo y aunque muchas de las cosas que le pasan a nuestro pequeño son del todo normales, otras sí que pueden indicar algún problema. Veamos a continuación, 10 señales de alarma en los recién nacidos.

10 señales de alarma en los recién nacidos

Según cifras de la OMS (Organización Mundial de la Salud) casi el 45% de los niños que mueren cada año y tienen menos de cinco años son recién nacidos. En concreto, se trata de bebés de 28 días o en período neonatal. Además, la OMS señala también que tres de cada cuatro muertes infantiles ocurren en la primera semana de vida  y muchas de ellas se pueden prevenir.

Está claro que tener un recién nacido en casa, implica que no dejemos de atenderle en ningún momento, de modo que siempre es conveniente que lo observes para determinar si tiene alguno de los síntomas que enumeramos a continuación,de modo que puedas llevarlo al médico sin pensarlo.

1. Color de piel anormal

Los bebés al nacer salen con un color de piel morado o azulado que desaparece con el paso de las horas, pero en el caso de que tu bebé mantenga ese color más tiempo o cambie a alguno de los colores que señalamos, es mejor acudir al médico.

• Piel azulada. En especial si el color azulado se produce alrededor de la boca, lengua, manos y pies, ya que en este caso tu bebé podría sufrir de cianosis.
• Piel amarilla. Muchos bebés presentan ictericia en sus primeros días de vida, pero si ves que la piel de tu bebé es amarilla durante las primeras 24 hora de vida y que además su orina es oscura, es urgente que lo visite el médico.
• Piel pálida: Si el bebé tiene la piel muy pálida e incluso grisácea puede que tenga frío, pero también puede tratarse de alguna enfermedad.

2. Temperatura del bebé

• Fiebre: Cuando el bebé tiene más de 38 grados es urgente llevarlo al hospital.
• Hipotermia: Si notamos que la piel del bebé está muy fría y al tomarle la temperatura notamos que no pasa de los 35 grados.

3. Vómitos frecuentes

En el caso de que el bebé vomite como suele decirse a «chorro» es mejor controlar esos vómitos ya que si son continuos, es mejor llevarlo a urgencias para que determinen que le pasa, además de para intentar evitar que se deshidrate.

4. La consistencia y el color de las heces

En caso de que las heces sean acuosas y además presenten sangre es mejor que lleves al bebé de inmediato al hospital.

De igual forma, si el bebé tiene estreñimiento será bueno que lo lleves al pediatra.

5. El niño tiene problemas para respirar

Fíjate también en si el recién nacido tiene alguna dificultad a la hora de respirar, como que supere las 60 respiraciones por minuto o  que haga pausas sin aliento de más de 20 segundos.

También es importante fijarse en si tiene la piel azulada, o si emite algún tipo de ruido al respirar.

6. Cambios de comportamiento

En caso de que el bebé llore todo el rato sin motivo aparente es mejor llevarlo al médico.

Otra señal es que el bebé se muestre débil, sin ganas de despertarse, sin apenas comer o que se mueve poco.

7. Convulsiones

En caso de que nuestro bebé comience a convulsionar o tener temblores, debemos llevarlo al médico de inmediato.

8. Cordón umbilical infectado

Debemos tener mucho cuidado con las curas que se hacen al cordón umbilical, pero a veces se puede infectar, de modo que habrá que fijarse si la zona se pone roja y se inflama, si sale pus e incluso si huele mal.

Si tiene inflamación de la piel alrededor del cordón umbilical o enrojecimiento, pus o sangre saliendo de él, huele o huele mal, se aconseja consultar al pediatra

9. El niño no come o come poco

Si el niño apenas hace esfuerzo por comer, si apenas coge peso o vemos que rechaza la leche es importante acudir al médico.

10. El niño no orina o orina muy poco.

Los bebés generalmente orinan 5 veces al día o más de modo que con esta referencia podemos ir controlando si nuestro recién nacido orina de forma regular o tal vez muy poco.