POLÍTICA MUNICIPAL

Vecinos del barrio de Corea en Palma: «A los políticos no les importamos, son unos sinvergüenzas»

Denuncian inseguridad y falta de presencia policial en la zona y cargan contra la dejadez del Ayuntamiento

"Si realmente hubiese voluntad política, esto se arreglaba en menos de un año"

Muchos se oponen al futuro proyecto del eje cívico de Cotlliure y reclaman una reforma de las aceras

El Ayuntamiento de Palma abandona Corea a su suerte: la Policía no admite denuncias en sus oficinas

El barrio de Corea da «miedo», según un informe del propio Ayuntamiento de Palma

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OKDIARIO ha visitado la barriada de Corea para hablar con algunos vecinos que no se cansan de denunciar la precariedad absoluta que atraviesa esta degradada zona de Palma. La inseguridad que reina en estos bloques, donde residen más de 2.000 personas, unida a los problemas de infraestructuras, el consumo y venta de drogas, así como la exclusión social creciente de la población y la pésima situación de los espacios públicos, constituyen las principales quejas de los residentes.

Explican que el barrio se ha convertido en el segundo supermercado de la droga en Palma, sólo por detrás de Son Banya.  Y es que una de las consecuencias del desmantelamiento parcial del poblado chabolista fue la llegada de un gran número de personas que, según denuncian, no han hecho más que traer delincuencia y trapicheos a las viviendas sociales de Camp Redó. «Quieren convertir Corea en Son Banya 2.0. Te diré que algunos gitanos están incluso molestos con los altercados que montan los recién llegados del poblado», subraya un vecino de la zona.

Otra de las razones que preocupan e indignan a los residentes es la falta de presencia policial. «Ni siquiera conocemos al policía local del barrio», confiesa un vecino, mientras otro afirma saber de la existencia de un agente que pidió el traslado tras verse «completamente desbordado».

A su vez, otra propietaria exige al Ayuntamiento de Palma que aumente la dotación policial permanente para afrontar la multitud de situaciones incívicas que ocurren en el barrio. «El otro día llamé a las 5 de la mañana a la Policía por unos fuertes ruidos que no me dejaban dormir y me confesaron que no podían venir porque no eran suficientes agentes», explica la misma vecina, que critica que «todos están en Playa de Palma y Paseo Marítimo».

Tampoco entienden que Cort permita la degradación de un barrio tan cercano al centro de la capital balear: «Corea es ahora mismo un gueto, pero lo peor es que está situado a tan sólo 200 metros del centro de Palma». Los residentes creen que tanto el Ayuntamiento como el Govern quieren dejar que se deteriore y desgaste la zona por completo para luego poder apropiarse del terreno (un total de 27.000 metros cuadrados) y quedarse con las viviendas.

«Tenemos que ir con mucho cuidado»

Algunos aseguran que sienten verdadero pavor de residir en esta barriada y si pudieran se marcharían a vivir a otra parte :»Tenemos que ir con mucho cuidado». Asimismo, reclaman que se amplíen las calles, ya que, apuntan, «en caso de que hubiese un percance, por aquí no cabe ni un camión de bomberos ni una ambulancia».

Muchos de ellos, además, han mostrado su oposición al futuro eje cívico de Cotlliure, proyecto aprobado por el pacto de izquierdas que gobierna en Palma, al considerar que existen otras prioridades que deberían ir antes que la peatonalización de la calle.

«No queremos el eje cívico», declara un vecino, que opina que el Ayuntamiento antes debería atender otras necesidades más urgentes como son la falta de aceras y pilones. Muchas de las aceras se encuentran destruidas, motivo por el cual algunos coches aprovechan para aparcar en lo que queda de ellas.

La suciedad es otro de los grandes problemas latentes en las viviendas sociales de Camp Redó. Así lo corrobora la presencia de basura en la vía pública, excrementos de animales e incluso plagas derivadas de la falta de limpieza, de papeleras y contenedores para reciclar.

Reclaman un plan integral de rehabilitación

«Es un barriada dejada de la mano de Dios y a los políticos les importa una mierda esta zona y todas las barriadas del extrarradio. Son unos sinvergüenzas. Si realmente hubiese voluntad política, esto se arreglaba en menos de un año», afirma contundente una propietaria.

Esta misma vecina explica que «lo que realmente hace falta es un plan integral de rehabilitación para las viviendas sociales de Camp Redó. Perseguimos ese proyecto que en su día todos los partidos llegaron a aprobar y que nunca se puso en marcha.»

«A día de hoy lo único que vemos todos los días son trapicheos, drogas, inseguridad y viviendas okupadas», insiste otra residente del barrio, que declara tener «mucho miedo», sobre todo por sus hijos y nietos.  «Mis hijos no pueden acercarse a jugar al parque de Can Simonet porque está lleno de indigentes procedentes de Ca l’Ardiaca que lo único que hacen es beber, orinar, defecar, lavar la ropa e incluso fornicar».

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