Solemne minuto de silencio por Bartolomé Beltrán en Son Moix

Solemne minuto de silencio por Bartolomé Beltrán en el estadio de Son Moix. Se depositó un ramo de flores en el sillón central del palco de Son Moix y el público recordó con absoluto respeto a su presidente más carismático, fallecido ayer en Madrid a los 74 años tras una insuficiencia renal. Bartolomé Beltrán presidió al Mallorca desde 1995 hasta 1998.

La presidenta del Govern Balear, Marga Prohens, que ayer tuvo cariñosas palabras de recuerdo hacia el fallecido presidente mallorquinista, asistió al partido y acompañó en el palco al CEO de Negocio del club, Alfonso Díaz.

Sempre estaràs amb noltros, President.

𝐁𝐚𝐫𝐭𝐨𝐥𝐨𝐦𝐞́ 𝐁𝐞𝐥𝐭𝐫𝐚́𝐧. 🖤 pic.twitter.com/fABJWrQCyN

— Real Mallorca (@RCD_Mallorca) February 18, 2024

Beltrán cambió para bien la historia del Mallorca y fue quien dio inicio a la mejor época del club, culminada con éxitos inimaginables antes de su llegada. En el verano de 1995 el Mallorca se encontraba sumido en una profuda crisis deportiva y económica, con una plantilla que a lo sumo aspiraba a mantenerse en Segunda División. Fue entonces cuando el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, encargó a Beltrán la adquisición del paquete accionarial del club bermellón, en una acción enmarcada en una operación global que tenía como propósito controlar los derechos de emisión por televisión de los equipos profesionales.

Tras una dura negociación, que se inició en agosto de 1995 con la intermediación de José María Minguella, Beltrán adquirió a través de la empresa Vitaplanning las acciones que detentaban Miguel Dalmau, Gabriel Barceló y Cristóbal Pizá. Se había iniciado una etapa que ni el más optimista de los mallorquinistas podría haber imaginado.

La herencia de Bartolomé Beltrán en el mallorquinismo no se circunscribió tan sólo a los enormes éxitos deportivos obtenidos durante los tres años en los que detentó la presidencia, sino que sobre todo se le recordará como un extraordinario vertebrador social, recuperando la afición por el mallorquinismo entre una hinchada muy decepcionada por la época anterior y que lo tuvo siempre en un pedestal.