¿Por qué no interviene la Fiscalía en el desvío de fondos de la ecotasa al Grupo Prisa?

Decir a palo seco que se ha desviado dinero de la ecotasa para alegrías al margen del medio ambiente, ya es algo poco edificante. Pero saber, acto seguido, que la alegría en cuestión sube a los 580.000 euros desde luego ya es un delito, sea o no sea castigado por la ley. Se entiende entonces el cabreo de los socios de gobierno, aunque solo sea un ecocabreo pequeñito de los monaguillos del cambio climático. Pero tranquilos, que no habrá crisis de gobierno. Pisar moqueta tiene estas cosas o misterios. Cabreos de boquilla que se anda bien caminando suave, suave.

Lo del cabreo debe matizarse desde el momento en que el conseller de Més, Miquel Mir, responsable de los asuntos medioambientales ha dejado caer que la ecotasa, «no es un impuesto ambiental». ¿Entonces, qué carajo es? ¿Caperucita Roja? Pero sigue siendo un escándalo esta subvención y que además ahora sabemos que en realidad asciende al 1.200.000 euros, por la contribución adicional del Ayuntamiento de Palma y Consell de Mallorca. Lo repito: ¡¡¡¡¡¡1.200.000!!!!!! Lo nunca visto, de la mano de PSIB-PSOE.

Imaginemos idéntica situación, solo que protagonizada por el PP. ¡Ardería la calle con multitudinarias manifestaciones! Una vergüenza, vamos. Cuando pasé unos días en Montreal -allá por 1992- al pagar la factura del hotel, había un recargo añadido por los Juegos Olímpicos de 1976 y para cruzar la aduana en el aeropuerto de Punta Cana, debías pagar una tasa de cinco dólares o no pasabas. Dos ejemplos a vuelapluma. Lo de aquí viene a cuento por jornada ocupando una cama en suelo balear, en compensación por agravios al territorio que el viajero o turista debe contribuir a reparar. Pero según Mir, «no es un impuesto ecológico». Éste es el nivel.

Uno acaba pagando con gusto la ecotasa sabiendo que servirá para arreglar la red de depuradoras y no tener que cerrar la playa de Can Pere Antoni por enésima vez o para el esponjamiento de la planta hotelera; pero saber a toro pasado que se han distraído 580.000 euros (un montón de pernoctaciones) a beneficio de los amiguetes de Prisa, porque Los 40 Principales es Prisa, la verdad es que huele bastante a podrido. Pero mucho, mucho. Y lo triste del caso es que tratándose de un despilfarro de la izquierda pues se va a quedar en algo así como echar algunos reales en la hucha del Domund.

En el mismo lugar, cuando era el Palma Arena, por el que habían desfilado Diana Krall, Woody Allen, Plácido Domingo, Cirque du Soleil o Leonard Cohen, la noche de autos una panda de estrellas prefabricadas se zampaba entre jijís, jajás, los restos de la caja del impuesto turístico, sumados a otros 400.000 euros procedentes de arcas municipales y supramunicipales. Los nombres citados anteriormente fueron una apuesta arriesgada con cargo a la iniciativa privada, exceptuando a Woody Allen, que vino de la mano de INESTUR o sea el Instituto de Estrategias Turísticas que la policía tomó al asalto cuando lo gestionaba Unió Mallorquina, creo recordar que en 2010.

En aquellos días me había contratado INESTUR como asesor para la puesta en marcha de un proyecto para la promoción de las artes escénicas, a través de una web en seis idiomas que mostraba al turista potencial las actividades culturales en este capítulo específico que tenían lugar en el archipiélago. Y puedo asegurar que el presupuesto ni soñaba con acercarse a los 580.000 euros y mucho menos al millón doscientos mil. En definitiva, una auténtica vergüenza el regalo del Govern al Grupo Prisa, que solo se justifica como pago a los servicios prestados en apoyo de la exaltación de la izquierda y la demonización de la derecha.

Es curioso que aun teniendo al grueso de los medios de su lado, el Govern se precipitase a decir que no estaba claro que esos 580.000 euros hubiesen salido de la partida correspondiente a la ecotasa y más recientemente este peculiar y surrealista anuncio del conseller Mir. ¿La sombra del delito?

«Si dices que es un delito, ¿por qué no interviene la Fiscalía?». Lou, ¿de quién depende la Fiscalía? Pues eso. «¿Negueruela dimisión?». De qué vas, Lou. Si al gerente del IMAS lo han hecho conselleiro, a éste lo ascienden a contraalmirante, como mínimo. Es la izquierda, chiquilla.