Pasapalabra

Si queremos ser sinceros hemos de reconocer que nos sorprendió más el Mallorca de la primera vuelta que el esperado desde que comenzó el año 2025. El actual, alineado con el nivel de su plantilla y, también, desorientado desde su presencia en la Eurocopa de Arabia.
Arrasate aun no ha dado con la tecla para recuperar la esencia que trató de inyectar al equipo. Se mueve sin apenas dudas, pero sin competencia en determinadas posiciones. Solo puede jugar un portero y el elegido ha sido Greif, cuya experiencia supera a la de Leo Román, además de que su titularidad le mantiene en el escaparate de futuras ventas. Sin embargo Mateu Morey no inquieta para nada a Maffeo, ni Lato tampoco a Mojica. Fuera de tales demarcaciones, los problemas son diferentes.
La lesión de Samu ha permitido resucitar al mejor Mascarell, más ordenado que el portugués, siempre desubicado en su afán de prestar atención a más frentes de los que puede y está capacitado para cubrir. Sin embargo es otro mimbre que presentar en el próximo mercadillo. Si dejamos aparte la composición del doble pivote por delante de la zaga, las siguientes ecuaciones son de intrincada solución.
Antonio Sánchez va de comodín. Lo mismo vale para un barrido que para un fregado, pero no es titular. Tampoco hay bandas, pues Asano está verde para esta liga y Robert Navarro necesita espacios que no encuentra pegado a la cal. Aun así el nudo gordiano, descartado Abdón, se centra en la pareja Muriqi-Larin. Se han revelado grandes diferencias entre las tres opciones: que juegue el kosovar, los dos juntos o solo el canadiense, cuya presencia en el banquillo reduce sus opciones del traspaso que el club pretende. O eso ha filtrado a bombo, platillo y corneta.
No es momento para dilucidar tales asuntos, pero imitar a los avestruces tampoco los hará desaparecer. Por ahora la pelota ronda el tejado de Jagoba, pero dentro de tres meses se apuntará al Pasapalabra.
Temas:
- Real Mallorca