Los partidos de izquierda de Baleares prosiguen su ofensiva contra los chiringuitos de playa

Los partidos del pacto de izquierdas que gobierna en Baleares prosiguen con su ofensiva contra los chiringuitos de playa y con su voto en contra han tumbado en el Parlament una propuesta del PP a favor del mantenimiento de estas instalaciones. La propuesta pedía al Govern que permita la instalación de chiringuitos desmontables en las playas de acuerdo con los parámetros que fija la ley de Costas.

Como ha ido informando este medio, los informes contrarios de la Conselleria de Medio Ambiente que lidera el conseller independentista, Miquel Mir, a Demarcación de Costas, deja en el aire la renovación de múltiples concesiones. Se eliminan de momento los tres chiringuitos de Ses Casetes des Capellans en la localidad mallorquina de Muro (Can Gavella, Ponderosa Beach y Olimpia Opa & Oma), cuyo cierre dejará sin trabajo a 90 personas; tres de los siete chiringuitos del Parque Natural de Es Trenc; los dos chiringuitos de Ses Salines y el ubicado en Sa Font de n’Alis en el Parque de Mondragó, en Santanyí, entre otros.

En la defensa de la moción, el diputado del PP Sebastià Sagreras ha advertido que denegar la instalación de los chiringuitos pone en peligro un centenar de puestos de trabajo y tendrá efectos negativos, además, en la economía de los municipios.

En este sentido, el pleno ha rechazado reclamar al Govern y al Ejecutivo central que se compense a los ayuntamientos que no han conseguido las concesiones para las instalaciones de temporada por los informes desfavorables de la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio.

En este punto, PP y Vox han calificado de «ideológicos» los informes del departamento que dirige Miquel Mir. «Cierran los chiringuitos de playa, pero mantienen los chiringuitos públicos con abusivos impuestos que funcionan como agencias de colocación», ha criticado el portavoz de Vox, Jorge Campos.

De la misma manera, Sagreras ha criticado que las autorizaciones solo se basen en los informes de medioambiente y no atiendan al impacto positivo de los chiringuitos en la actividad económica.

«Lo que tienen en contra de los chiringuitos son excusas. Los chiringuitos son buenos para el medioambiente y para la actividad económica», ha añadido el diputado ‘popular’. Sebastià Sagreras ha criticado «la manía persecutoria antiturística» del Ejecutivo autonómico.

El diputado de Més per Mallorca Joan Mas ha lamentado que el PP «se aferre» al tema de los chiringuitos a un año de las elecciones y tras dos años de pandemia. «Lo realmente importante es si queremos playas o no queremos playas», ha apuntado, según informa Europa Press.

Según Mas, es «evidente» que las playas están padeciendo un retroceso detrás del cual «está la mano del hombre».

Por su parte, el portavoz del PI, Josep Melià, ha reclamado hacer compatible la protección de los espacios naturales y el medioambiente con las actividades económicas. «Las playas son un tema capital para Baleares y su principal actividad económica», ha añadido.

El portavoz adjunto de Ciudadanos, Marc Pérez-Ribas, en términos similares, ha negado que se trate de un tema «anecdótico» para un territorio que desea que llegue turismo de calidad. Según el diputado de la formación liberal, las instalaciones de temporada ayudan al disfrute de la ciudadanía. Pérez-Ribas ha reclamado «políticas serias» contra el cambio climático porque la eliminación de los chiringuitos «podría ayudar, pero no sería la gran medida».

El diputado de Unidas Podemos Pablo Jiménez ha recordado que las autorizaciones corresponden a Costas y que los informes técnicos de la Conselleria se basan, precisamente, en estos argumentos. Jiménez ha rechazado el discurso de «los empresarios maltratados» y ha recordado que no existe la obligación de renovar las autorizaciones.

Por otra parte, según el diputado del PSIB Damià Borràs, fue el PP quien creó la inseguridad jurídica actual y ha preguntado si no es preferible «menos chiringuitos ahora que ningún chiringuito en los próximos años».