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La izquierda que ha tenido ocho años abandonado el edificio de Gesa también rechaza su remodelación

Socialistas y separatistas de Més critican que el futuro museo que albergará sea una atracción turística

Exigen que los 10 millones de fondos europeos para su compra se destinen a "mejorar la resiliencia" del territorio

Gesa, Gesa Palma
Imagen del edificio de Gesa en Palma.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La izquierda que ha tenido ocho años abandonado el edificio de Gesa en Palma, también rechaza el inicio de los trámites del alcalde del PP, Jaime Martínez, para su adquisición a Endesa.

Una operación urbanística para cuya financiación ha solicitando 10 millones de euros de fondos europeos Next Generation y que incluirá también la cesión de solares a la eléctrica por un total de 15 millones de euros. El objetivo: convertir este icono de la fachada marítima de Palma cerrado desde hace 15 años, en un museo de arte contemporáneo.

Los mismos partidos que gobernando las dos pasadas legislaturas perdieron la propiedad del edificio tras un varapalo judicial que suspendió el  chapucero planeamiento urbanístico del litoral de levante, que han permitido la avanzada degradación de esta construcción catalogada y protegida por la vendetta de Maria Antònia Munar contra el promotor Núñez y Navarro (caso Can Domenge), rechazan de plano la remodelación del inmueble obra del arquitecto Josep Ferragut, y su destino sociocultural.

Los socialistas por un lado, con su portavoz Rosario Sánchez a la cabeza, han cuestionado que el proyecto de comprar el edificio Gesa para hacer un museo se pueda presentar a la convocatoria de fondos europeos Next Generation porque dudan que el proyecto «cumpla los requisitos».

«No son sólo nuestras dudas, sino son las que manifiestan los propios técnicos en los informes en cuanto a objeto de la subvención, plazos que se tienen que cumplir y cronograma, que es muy estricto en el caso de los fondos europeos», ha declarado Sánchez, preguntándose «si esto es viable o no es viable».

Al mismo tiempo, la concejal socialista ha lamentado «el mensaje machacón del PP con Vox» de «convertir Palma en un parque temático para turistas».

También ha criticado que se pierda la oportunidad de utilizar estos fondos Next Generation para «mejorar la resiliencia» del territorio con proyectos de movilidad sostenible, regeneración de zonas urbanas de turismo maduro, gestión de residuos o eficiencia energética.

En la misma línea, sus socios separatistas antes en el gobierno y ahora en la oposición de Més, han asegurado que esta compra «hipotecará a toda la ciudadanía de Palma durante muchos años» y, lo que parece que a los independentistas les preocupa más: que Gesa se convierta en «una atracción turística muy importante».

Unas manifestaciones que corroborarían que la apuesta por este futuro museo como elemento de revitalización de la principal y única industria balear como es el turismo y que defiende el alcalde Jaime Martínez, pueda ir en el camino correcto.

Y es que, básicamente, los separatistas de Més rechazan el proyecto de Gesa porque, según su portavoz y concejal, Neus Truyol, Palma «es una ciudad ya totalmente turistificada, en la que la masificación perjudica la calidad de vida y el acceso a la vivienda de la población».

«Se trata de un proyecto lleno de humo y vacío de contenido, con un museo franquicia que proyectará Palma como ciudad franquicia. Este tipo de museo impulsado por el PP ha demostrado ser, como es el caso de Málaga y otras ciudades europeas, una atracción turística muy importante pero Palma no necesita más», ha afirmado la portavoz de los antituristas de Més.

Por ello la edil ha considerado «necesario» potenciar otros sectores económicos, entre los que debe encontrarse la industria cultural pero «no dirigida al turismo, sino a los residentes».

Así, ha apuntado que este es un proyecto «faraónico totalmente contradictorio con lo que ha hecho el PP de Palma estos meses», durante los cuales, a su juicio, «no ha hecho más que renunciar a fondos europeos que estaban destinados a comprar autobuses, hacer ejes cívicos, mejorar la red de bicicletas, así como a otras inversiones necesarias para mejorar los barrios y el bienestar de los vecinos de Palma».

De este modo, ha reprochado al PP que ahora «pida dinero a Europa, no para mejorar la vida de la gente, sino para realizar esta compra millonaria» y hacer un proyecto que va en «la línea de los pelotazos urbanísticos, que impulsaban los gobiernos del PP durante los años anteriores a la crisis económica del 2008».

La regidora ha incidido en que «no se sabe el contenido de las negociaciones del PP de Palma con Endesa», por lo que ha pedido saber de qué compensaciones se ha hablado y cómo afectarán a los palmesanos. Según Més, es «muy peligroso» que el equipo de gobierno municipal hable de «llegar a acuerdos de compensación con una gran multinacional como Endesa».

«Ya se conocen las políticas urbanísticas y de relación con los lobbys energéticos y las grandes empresas transnacionales del PP, por lo que se vigilará al equipo de gobierno, que hasta ahora no ha dado ninguna explicación y ha mantenido estas negociaciones de forma oscura, lo que hace desconfiar de la trayectoria de este proyecto», ha concluido.

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