El IMAS asumirá el viernes a los usuarios de Es Refugi pero los trabajadores irán al paro
Guillermo Sánchez garantiza una transición "diga y segura" para atender a los usuarios
El IMAS asegura que no mantiene ninguna vinculación jurídica con los 17 trabajadores


El presidente del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) y conseller insular de Bienestar Social del Consell de Mallorca, Guillermo Sánchez, ha asegurado que el IMAS garantiza una transición «segura y digna» de los usuarios de Es Refugi ante el Consell Rector de la institución, en sesión extraordinaria para informar sobre la situación creada por el cese definitivo de la actividad de esta asociación altruista.
Sánchez ha explicado que la entidad, que gestiona un centro de acogida residencial para personas sin hogar, ya comunicó en el año 2022 su voluntad de poner fin a su actividad. Ese mismo año se iniciaron conversaciones con la anterior dirección del IMAS para la venta de la finca donde se presta el servicio. Según ha apuntado, a pesar de formalizar una oferta de venta y enviar diversas comunicaciones, no se alcanzó ningún acuerdo.
A finales de 2022, Es Refugi advirtió de la «falta de voluntad negociadora» por parte del IMAS -en manos de la izquierda- y de la existencia de impagos acumulados y, en junio de 2023 la entidad reiteró por escrito su negativa a prorrogar el contrato de arrendamiento. «Ante esta situación, el nuevo equipo directivo del IMAS ha estado trabajando para reconducir una situación heredada que había llegado a un punto de tensión muy elevado, con el objetivo de garantizar que las personas usuarias continúen recibiendo atención y alojamiento en condiciones dignas», ha señalado.
Sánchez ha insistido en que la responsabilidad del IMAS es que las personas no se vean perjudicadas por «inacciones institucionales» y por ello la institución ha actuado «con rapidez para garantizar una transición segura y digna». Igualmente, ha subrayado que aunque el IMAS no mantiene ninguna relación jurídica con las personas usuarias ni con el personal contratado por Es Refugi, se asume el liderazgo institucional para «garantizar la protección y el acompañamiento social de las personas usuarias».
Con el objetivo de facilitar la continuidad del servicio, se ha previsto la ampliación temporal del contrato de alquiler del espacio para permitir a las personas mantener el alojamiento.
Por último, ha reconocido y agradecido la labor solidaria de Es Refugi durante 32 años. «Una trayectoria de compromiso con las personas más vulnerables de nuestra isla», ha dicho.
Por su parte, los trabajadores de Es Refugi han denunciado públicamente la «discriminación» que sufrirán los usuarios de Es Refugi a partir de esta semana, con el cierre de la actividad.
El IMAS asumirá este viernes la gestión del espacio, después que la asociación anunciara el cierre del mismo y un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a los 17 trabajadores.
Según los trabajadores, a partir de este viernes las personas que viven en Es Refugi deberán abandonar las habitaciones a las 8.30 horas y no podrán volver a subir hasta las 20.00 horas, ni siquiera los que trabajan para coger ropa limpia y ducharse. A su parecer, es una situación «muy injusta» y «discriminatoria» puesto que los usuarios que residen en Ca l’Ardiaca pueden acceder a sus habitaciones desde las 16.00 horas.
También han reprochado a la Junta que haya «ignorado» las «repetidas propuestas» del conjunto de trabajadores para poder continuar con el funcionamiento del servicio de acogida como hasta la fecha.
Una de estas propuestas era que los trabajadores se constituyeran como asociación para gestionar el centro, ayudar a organizar el Mercadet de Nadal o formar una nueva junta directiva dando respuesta a «sus reiteradas quejas sobre su cansancio y edad».
Según los trabajadores, argumentan no tener liquidez sin explicar que remedios han previsto y qué alarmas han activado. «Tienen propiedades por valor millonario y los pagos de alquiler del IMAS que respaldan la petición de un préstamo bancario, o bien para liquidar las nóminas pendientes y las indemnizaciones o intentar mantener el servicio hasta cerrar la compraventa y de este modo conseguir que el IMAS subrogue a todo el personal que en ese momento esté en activo», han apuntado.
Para el personal del centro, la Junta «ignora deliberadamente la realidad de desamparo en la que quedan los usuarios del servicio sin asumir responsabilidad alguna». «No ofrecen ninguna solución ni apoyo ni sensibilidad hacia los trabajadores/as ni hacia la labor realizada durante años, remitiéndose a una acción legal y económica eludiendo igualmente cualquier tipo de responsabilidad, culpando al IMAS y sus responsables de esta situación», han criticado.
Toda esta situación, han asegurado, ha sometido a los trabajadores a una «incertidumbre laboral» y a un «maltrato psicológico y económico», recoge la agencia Europa Press.