náutica

El idilio de la vela olímpica con el Trofeo Princesa Sofía

Desde su nacimiento en 1968 como regata para clase Dragon no ha dejado de evolucionar

El Princesa Sodía cumplirá 54 citas con el inicio de la próxima primavera

La prueba está abierta a las diez disciplinas que competirán en Los Ángeles 2028

Trofeo Princesa Sofía
Peana con los ganadores de la regata.

A falta de menos de 40 días para la celebración de la edición número 54 del Trofeo Princesa Sofía Mallorca, analizamos la trayectoria de un evento capaz de convertir a la bahía de Palma en centro de la vela olímpica mundial y su relación de simbiosis con los mejores especialistas de cada época.

Su estatus de regata de referencia en el programa de preparación anual de los aspirantes a la gloria olímpica es fruto de medio siglo de trabajo, compromiso y dedicación de sus organizadores, y de la fidelidad de unos regatistas que regresan a Mallorca año tras año a disfrutar de un evento en el que dicen sentirse como en casa. En su formato actual, la prueba está abierta a las diez disciplinas que competirán en Los Ángeles 2028, y se celebra bajo la organización conjunta del Real Club Náutico de Palma (RCNP), el Club Nàutic S’Arenal (CNA), el Club Marítimo San Antonio de la Playa (CMSAP), la Real Federación Española de Vela (RFEV) y la Federación Balear de Vela (FBV). Pero sus orígenes se deben a un club y a una clase.

“La prueba nació en 1968 por iniciativa del RCNP para la clase Dragon, ya entonces disciplina olímpica y mixta”, explica Manu Fraga, gerente del club palmesano. “En 1974, S.A.R. la Princesa Sofía solicitó ampliar la flota incorporando las clases Finn, 470, Soling –participantes en el ciclo olímpico de Montreal 1976–, Snipe, 420 y Europa. Para hacerlo posible, comenzamos a colaborar con el CNA, el CMSAP y el Club de Mar Mallorca (CMM). Aquella edición la convirtió en la regata multiclase que es hoy, y fue ganada por un 470, el barco más veterano del medallero olímpico y que sigue compitiendo en el Sofía”.

Al igual que el 470 sigue formando parte de la flota del Sofía, el club fundador mantiene su relación con la regata, como indica Fraga: “En todos estos años, el Trofeo Princesa Sofía ha evolucionado y se ha consolidado como una de las regatas más importantes del calendario internacional. El compromiso del RCNP con este evento ha sido constante a lo largo de más de medio siglo, demostrando nuestra pasión por la vela y nuestra capacidad para organizar eventos de primer nivel. Hemos sido testigos de cómo esta regata ha impulsado el desarrollo del deporte de la vela en nuestro país y ha contribuido a posicionar a Mallorca como un referente mundial de las competiciones náuticas».

La peana del trofeo que levanta el ganador absoluto luce los nombres de deportistas que destacaron entre los mejores de su era; muchos de ellos se convertirían en campeones olímpicos. La última edición monoclase, la de 1973, fue ganada por el entonces príncipe Juan Carlos, que formaba tripulación junto a Gonzalo Fernández de Córdoba y Félix Gancedo. Desde su transformación en regata multiclase, el trofeo no ha dejado de añadir a auténticas leyendas del deporte: Marit Bouwmeester (campeona de 2014 con Laser), Sir Ben Ainslie (2011 con Finn), Alessandra Sensini (2010 con RS:X), Blanca Manchón (2009 con RS:X), Theresa Zabell y Begoña Vía-Dufresne (1995 con 470), Natalia Vía-Dufresne (1992 con Europa), Jordi Calafat y Kiko Sánchez Luna (1989 con 470), Luis Doreste (1979 en Europa y 1985 con Roberto Molina en 470), Toño Gorostegui y Pedro Millet (1976 en 470),… O Santiago Lange, que ganó las ediciones 1986 y 1987 junto a Miguel Saubidet en clase Snipe.

“Llegar a Europa era muchísimo, y poder ganar un torneo así era impresionante para nosotros”, recuerda el astro argentino. “El Snipe no era olímpico entonces, pero guardo esas victorias en mi memoria como uno de esos momentos históricos en mi carrera deportiva”.

Tras haber participado en “alrededor de 36 ediciones”, se puede decir que Lange es una voz autorizada para explicar el origen del idilio de la vela olímpica con la regata mallorquina: “El Sofía es especial porque siempre cuidó a los navegantes, siempre quiso crecer, y eso se nota mucho. A los que nos costaba llegar a Europa, el Sofía siempre nos abrió las puertas. En sus inicios, con los buques de la Armada que nos llevaban los barcos gratis, el alojamiento y la comida venían con la inscripción,… Siempre se notó que lo importante para la organización fue que los participantes disfruten. A eso hay que agregar la maravillosa bahía de Palma y el espíritu social que tiene España. Es un torneo increíble, y no es casualidad que cada vez sea más importante en el calendario olímpico”.

El sentimiento es mutuo, como indica Jaime Carbonell desde el Trofeo Princesa Sofía Mallorca: “Cada año sentimos el cariño de los participantes, de sus entrenadores y de las federaciones de los diferentes países que nos visitan, que entienden y valoran el esfuerzo y la dedicación invertidos por tantas personas comprometidas con la regata. Que se conozca al Sofía como ‘la regata de los regatistas’ es la mejor prueba de un amor correspondido”.

El 54 Trofeo Princesa Sofía Mallorca se celebra del 28 de marzo al 5 de abril y forma parte del Sailing Grand Slam 2025 junto a la Semaine Olympique Française, la Dutch Water Week, la Kieler Woche y la Long Beach Olympic Classes Regatta.

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