Contramedidas a la presión de la extrema izquierda de Baleares

En las elecciones autonómicas de mayo de 2023 el centroderecha, que no sólo es el PP, sino al tiempo acompañado por Vox, desalojó del poder a la extrema izquierda con mayoría absoluta, después de ocho nefastos años de Pacte de Progrés. Hoy la situación anda algo enturbiada con la crisis interna de Vox, al tiempo que la extrema izquierda parece estar rearmándose ante las renuncias que se vislumbran en el día a día del PP balear y no así en el PP-Mallorca y el PP-Palma, en absoluto acomplejados ante la necesidad de entenderse con Vox. También es cierto que Vox en el Parlament es jaula de grillos de muy incierta solución. El problema es que 2027 está muy cerca.
Llegados al ecuador de la legislatura, el Govern que preside Marga Prohens debería desplegar sus contramedidas (argumentos sólidos) para hacer frente a la patita fea que comienza a enseñar la extrema izquierda. Empezando por poner en valor la sintonía de patronal y sindicatos con el Govern del PP, en la Plataforma Social por la Sostenibilidad, que acaba de presentar objetivos como resultado de nueve meses de trabajo. Recordemos que la izquierda en bloque se retiró recientemente de esta plataforma, al igual que las entidades cívicas afines a la izquierda, alegando que todo era un paripé. Pues bien, el equipo de la presidenta Prohens debería contrarrestar de inmediato, una vez que la extrema izquierda se ha quedado con el culo al aire, si en efecto se va muy en serio con los trabajos de la Plataforma Social por la Sostenibilidad.
Después tenemos a Més, exigiendo al Govern del PP que subvencione a las escuelas de catalán del sur de Francia, coordinadas por la Associació d’Amics de La Bressola, que se define a sí misma como «entidad que da divulgación y apoyo a las Escoles Associatives de Catalunya Nord». Esta es la entidad que hizo piña con los separatistas de Més copando la enseñanza pública de Baleares, cuando las movilizaciones contra el TIL en el año 2013. La Bressola está por los Païssos Catalans, única y exclusivamente. Tome nota el PP.
Subvencionarles es compartir ese objetivo político. ¿De verdad, eso quiere el PP? ¿La sumisión a la inmersión lingüística, desoyendo a Vox, va en esa línea? Quiero pensar que no. Sólo es un miedo escénico ante la reacción de la extrema izquierda. El director general del IB-Salut lamentaba no hace tanto que 150 enfermeros con oposición aprobada quedasen excluidos, debido al requisito de catalán impuesto a Francina Armengol por el sindicato STEI y la Obra Cultural Balear, otros que tal bailan. ¿De verdad en los dos años de legislatura de Marga Prohens no se ha querido derogar esa barbaridad? Es parte de ese miedo escénico al que me he referido. ¡Contramedidas, caray!
Ahora el PSIB-PSOE, es decir ese rebaño pastoreado por Cariño Armengol, enseña la patita por enésima vez. Después de acusar en Cort al gobierno del alcalde Jaime Martínez, endosándole todo lo que no hicieron los socialistas en ocho años de Pacte de Progrés, incluido el hilarante ridículo de eliminar del callejero insignes almirantes por ser franquistas cuando habían muerto incluso antes de instaurarse la II República, nos llega ahora exigir al PP su obligación de sumarse a unos actos manifiestamente sectarios, al cumplirse los 50 años de la muerte de Franco. Incluso más: exigirle al PP que incluya en ESO y Bachillerato la asignatura de Memoria Democrática que dicen ha de transmitir a las nuevas generaciones «el valor de la democracia, incluida la necesidad de su defensa constante». ¿De verdad? Ellos, con Armengol al frente como ama de llaves de Sánchez en el Congreso de los Diputados, nos darán clases de democracia, cuando la están deteriorando a toda máquina.
Esta es la pérfida Francina Armengol que quiere reconquistar el Govern en las elecciones de 2027. Pérfido es palabra que refiere «desleal, traidor». La RAE. Hay más: «Que falta a la fe que debe» y su fe es defender la división de poderes como tercera autoridad del Estado al presidir el Congreso de los Diputados. Una autoridad moral que se muestra incapaz de defender. ¿De verdad los ciudadanos de Baleares la querrían en las más altas instancias?
Me pregunto: ¿Quiénes van a dar la asignatura? ¿Miembros de la Asociación Estimada Aurora? ¿Miembros de la plataforma Memoria Democrática de Mallorca? Solamente son dos colectivos superlativamente revanchistas. Y solamente eso. Por lo que la extrema izquierda liderada por el PSIB-PSOE se plantea inyectar odio, desorientación en las aulas. Imagino que el PP no lo va a permitir, aunque nunca se sabe: ser cobarde equivale a transigir con lo que sea. Y de momento, el PP ya transigió absteniéndose a no derogar la variante balear de la Ley de Memoria Democrática como Vox planteó en su momento. El desencuentro en el centroderecha –Vox no es ultraderecha, es sencillamente conservador- podría llevar en 2027 a perder las elecciones ya que el relato de la extrema izquierda es pura ideología, en dosis susurradas con mucho engaño al oído de la población y frente a eso lo que procede es contraatacar, haciéndole llegar a la población argumentos sólidos basados en hechos, capaces de contrarrestar tanta manipulación interesada.
De eso va aplicarse en las necesarias contramedidas, querida presidenta. El tiempo apremia y es posible que el Vox parlamentario acabase siendo algo parecido a un contradiós («un absurdo»), perfectamente prescindible para el electorado balear debido a su necio día a día. ¡Uy, peligra la mayoría!