Casal Petit posibilita la integración de 380 mujeres indocumentadas que se dedican a la prostitución en Palma
"Desde hace cinco años tengo papeles y un buen trabajo gracias a ellos", asegura una ex prostituta atendida por la entidad
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Casal Petit, una entidad internacional implantada en Baleares a mediados de los años 80 que trabaja a favor de la atención integral de la prostitución por medio de las Hermanas Oblatas, y recibe el apoyo de la Conselleria de Asuntos Sociales, ha posibilitado la integración de 380 mujeres indocumentadas que se dedican a la prostitución en Palma.
Según ha informado el coordinador de Casal Petit, Jaume Perelló, a través de un video difundido por la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes, «mayoritariamente Casal Petit está atendiendo a mujeres extranjeras indocumentadas y ciertamente es un problema a la hora de encontrar trabajo».
Con sede en Palma desde 2001, ha añadido, Casal Petit «es un centro de atención con varios proyectos que intentan cubrir las necesidades y acompañar a las mujeres que están en situación de prostitución».
«Inicialmente trabajamos con prostitución callejera, pero debido a que la prostitución es un fenómeno mutable, que cambia de una manera constante, nos hemos adaptado a los cambios y ahora intervenimos en pisos, clubs, prostitución deslocalizada, ya sea internet, web…», ha explicado.
«Me han dado mucho. Cuando llego a Mallorca, no tengo dinero ni papeles, tengo miedo a la Policía para que no me envíen a mi país», ha afirmado una de las ex prostitutas que reciben atención por parte de Casal Petit. «Llevo cinco años con papeles, ahora tengo un buen trabajo, gracias a ellos», ha añadido.
En 2005, al llegar a Mallorca, esta mujer recibió la ayuda de la entidad a la hora de obtener los papeles de residencia, además de apoyo en la adquisición de competencias para poder hablar, escribir o leer. «Incluso me enseñaron matemáticas para saber devolver cambio», ha destacado.
«Casal Petit me ha creado, debemos dar amor, amistad, debemos saber hablar, hay que tener derechos, porque las mujeres tenemos derechos», ha concluido la exprostituta, informa Europa Press.
La mejora de las condiciones de vida que facilita Casal Petit es gracias a una red formada por una treintena de personas voluntarias dedicadas a la competencia lingüística o a la psicología.
«Están interesadas en incrementar sus conocimientos, aprender y mejorar sus condiciones en general, y también se convierte en un punto de encuentro para compartir», ha dicho Camino González, una de las voluntarias que les enseña inglés.
El proyecto recibe el apoyo de la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes, a través de la casilla solidaria del 0,7% del IRPF Social.