El Ayuntamiento cerrará de noche, cuando más delitos hay, la oficina de Policía de la Playa de Palma

El Ayuntamiento de Palma cerrará por la noche durante la temporada turística la oficina de la Policía Local en la Playa de Palma, ubicada en Las Maravillas. No estará operativa de 1.30 horas a 7.00 de la mañana, tramo horario en el que más delitos e inseguridad hay en este núcleo turístico, el mayor de Baleares con 33.000 plazas hoteleras.

Todo ello tras retrasar hasta el 16 de mayo la puesta en marcha del dispositivo policial de refuerzo de verano, que tenía que estar operativo desde el pasado día 4 y que aún no está activo, mientras trileros, vendedores ambulantes y carteristas continúan haciendo su agosto en primera línea.

Los turistas que por la noche sufran cualquier percance y quieran interponer la pertinente denuncia tendrán que desplazarse hasta la comisaría de la Policía Nacional, que está realmente escondida en segunda línea del balneario 11, muy lejos del epicentro de los follones y conflictos de convivencia que se plantean en las calles del entorno de la oficina de la Policía Local en el número 14 de la avenida de América.

El retraso del operativo de seguridad para la presente temporada ha venido acompañado de un fracaso en las previsiones de recursos humanos que lo iban a integrar: los 120 agentes previstos y anunciados a bombo y platillo por el alcalde socialista José Hila en rueda de prensa el pasado mes de abril, se han quedado en 75 para toda Palma, 45 menos.

Unos agentes procedentes de otras unidades y servicios policiales que tampoco trabajarán a diario, ya que tendrán siete días de trabajo y siete libres. Y es que en materia de seguridad ciudadana, la realidad va por un lado y los anuncios de la concejala socialista Joana Maria Adrover van por otro y pocas veces casan.

El operativo policial, que arrancará en teoría el próximo lunes, tendrá como principales cometidos combatir el trile, masajes ilegales en las playas, venta ambulante ilegal, publicidad dinámica fuera de normativa, la contaminación acústica, el exceso en el consumo de alcohol, los botellones y todo lo que suponga infracción de las ordenanzas municipales y que tenga relación con la actividad turística.

Por ello, la intención es dar seguridad con presencia uniformada en los principales puntos de afluencia de turismo: Playa de Palma, centro, Cala Major, controlando también la ocupación de la vía pública, el buen uso del espacio y la convivencia, colaborando con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y con la autoridad judicial en la prevención y persecución de los robos, hurtos, lesiones u otras infracciones penales.