Armengol ha aumentado en 650 millones el gasto de personal del Govern balear en apenas siete años
El incremento del gasto público desde que en 2015 accedió a la presidencia del Ejecutivo es de 1.700 millones
Por la mayor presión fiscal de España que padecen los baleares ingresará 1.400 millones más que hace siete años
Armengol se olvida de la prometida reducción del número de altos cargos y asesores
Baleares, el peor infierno fiscal de España
Mientras la mitad del millón (1.100.000) de ciudadanos de Baleares no llega a final de mes, y uno de cada cuatro está en riesgo de pobreza, la coalición de socialistas, independentistas y Podemos, con la presidenta socialista Francina Armengol al frente de la Comunidad Autónoma desde 2015, se ha convertido en una maquinaria incesante de gasto de dinero público que pagan unos contribuyentes de Baleares que soportan, por ello, la mayor presión fiscal de España, casi un 39%.
Desde que Armengol aterrizó en el Consolat, el dispendio público es continuado y sostenido en el tiempo pese a la crisis económica derivada de la Covid, aún latente, y combinada ahora con la inflación desatada por el alza desbocada del precio de los combustibles.
En estos casi siete años, Armengol ha aumentado en 650 millones el gasto de personal, incluyendo los 202 altos cargos y asesores con los que cuenta la dirigente socialista a su servicio, para un total de 1.846 millones de euros en este apartado, sin incluir empresas públicas.
Es un incremento del 55% respecto a 2014 cuando aún no había aterrizado al frente del Ejecutivo la actual presidenta, que ha incrementado el gasto total de la Comunidad Autónoma en casi 1.700 millones de euros desde que puso el pie en el Consolat de Mar. Los 3.162 millones de gasto no financiero del presupuesto autonómico de 2014 (sin incluir las amortizaciones de la deuda) han pasado a convertirse siete años después de la llegada de Armengol al poder en las Islas, en 4.854 millones de euros.
Un aumento notable (54%) con la particularidad de que ese dispendio continuado de dinero público no ha mejorado los servicios públicos, ni prestaciones al grueso de los contribuyentes y residentes en Baleares que son los que, con sus impuestos, pagan la fiesta del gasto del tripartito balear que Armengol lidera.
Baste indicar al respecto que, en plena crisis económica derivada de la Covid y con el alza desorbitada de los precios del combustible y de la energía, el Ejecutivo balear recaudará 1.389 millones de euros más en impuestos este año que los que la Administración autonómica obtuvo en 2014.
Este año los ingresos tributarios en las arcas autonómicas por impuestos directos (IRPF, sucesiones, etcétera) e indirectos (IVA, impuestos especiales..) alcanzarán los 4.146 millones de euros, mientras en 2014 los Baleares pagaron 2.757 millones.
Pese a la crisis que azota el bolsillo de los residentes en las Islas, la contundente subida de impuestos aprobada por Armengol la pasada legislatura en los principales tributos autonómicos, ha conducido a este crecimiento exponencial de los ingresos tributarios que pagan los ciudadanos de a pie que, en Baleares, junto a Cantabria y Cataluña, soportan la mayor presión fiscal de España, algo que certifican todos los estudios y análisis.
Los baleares notan en su bolsillo la política fiscal del actual Govern que como reveló el estudio Los impuestos en España: índices de presión y sacrificio territorializados, de los tres mayores expertos en política tributaria de España, José Félix Sanz, Santiago Álvarez y Desiderio Romero, sitúan a las Islas como la comunidad que realiza el mayor sacrificio fiscal de toda España. Una aportación sin parangón del contribuyente, que el Govern utiliza para disparar el gasto, sin que éste repercuta en la mejora de los servicios generales que presta al global del millón de residentes en las Islas.