Una alcaldesa socialista de Mallorca convierte la feria del pueblo en un escaparate de banderas palestinas
La primera edil de Algaida adorna con simbología pro-Hamás la plaza de la localidad
Vox critica que use recursos públicos para conflictos que no tienen que ver con el pueblo


La alcaldesa socialista de la localidad mallorquina de Algaida, Margalida Fullana, ha convertido la feria de este municipio en un escaparate de banderas palestinas.
Lo que en principio debería ser una fiesta para todos los vecinos se ha transformado este fin de semana «en un escaparate de propaganda política o internacional», tal y como ha denunciado el grupo municipal de Vox en esta población de 6.000 habitantes gobernada por los socialistas desde hace 35 años.
El concejal del partido de Santiago Abascal en esta localidad, Miguel Martínez, ha calificado el gesto como «una nueva muestra del sectarismo de la alcaldesa y del PSOE, que una vez más utilizan los espacios y recursos municipales para imponer su ideología».
“La Fira de Algaida no puede convertirse en una manifestación política ni en una extensión del activismo de la izquierda. Los vecinos quieren celebrar sus tradiciones, apoyar a los comercios locales y disfrutar de un día de convivencia, no ser partícipes de una puesta en escena partidista”, ha manifestado el edil de Vox.
El concejal ha recordado que las instituciones deben mantener la neutralidad política e ideológica, y que «el ayuntamiento no puede posicionarse en conflictos internacionales que nada tienen que ver con los intereses ni con la vida diaria de los algaidins».
De hecho la artesanía, el producto local, la cultura, la gastronomía y las actividades para niños y jóvenes son los ejes de la Feria de Algaida.
Por ello Martínez ha lamentado que la alcaldesa Fullana, haya aprovechado la Fira, «para tapar su falta de gestión y su desinterés por los verdaderos problemas del municipio” con “un gesto simbólico que divide en lugar de unir».
Finalmente, el representante de Vox ha exigido a Margalida Fullana que «rectifique, pida disculpas a los vecinos y devuelva la Fira a lo que siempre ha sido: una celebración popular, sin adoctrinamiento, sin política y con respeto a todos».