El alcalde del PP de Palma recupera las banderas a media asta por la pasión de Cristo en señal de duelo
Así estarán desde hoy Jueves Santo y hasta primera hora del Domingo de Resurrección
Preservar el carácter propio de las fiestas religiosas forma parte del acuerdo entre PP y Vox
El alcalde del PP de Palma, Jaime Martínez, recupera las banderas a media asta en la fachada del Ayuntamiento por la pasión de Cristo en señal de duelo y respeto por la Semana Santa, desde el mediodía de hoy Jueves Santo y hasta primera hora de la mañana del Domingo de Resurrección.
Tras ocho años de gobierno de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos que se negaron de forma reiterada a mantener esta tradición que fue habitual hasta 2007, y que tras cuatro años de gobierno socialista se retomó en 2012 con el alcalde del PP, Mateo Isern, el actual primer edil apuesta de nuevo por rescatar esta práctica.
Además de las banderas a media asta en la fachada del Consistorio palmesano de la plaza de Cort, el alcalde de Palma estará presente hoy en la tradicional procesión del Sant Crist de la Sang que es la que más fieles congrega de todas las que se celebran en Palma durante la Semana Santa.
También ondean así en la fachada de la sede del Consell de Mallorca gobernado por la coalición PP y Vox.
El alcalde Martínez no sólo asistirá a la citada procesión sino que, una hora antes, en torno a las 18.00 horas, saludará a las cofradías que participan en la procesión de este Jueves Santo.
Acompañado de los tenientes de alcalde Lourdes Roca y Llorenç Bauzá, el primer concejal tiene previsto realizar su llegada a la Plaza del Hospital General, donde se concentran todas las cofradías para el inicio del recorrido oficial.
La comitiva municipal será recibida por el presidente de las cofradías, Bernardo Riera, en el Patio de La Misericordia. Posteriormente, a las 20.00 horas, el alcalde se trasladará al Ayuntamiento para seguir la procesión desde la entrada de las dependencias municipales.
La previsión es que, entre las 23.30 y las 00.00 horas, la procesión del Cristo de la Sang haga su paso por la plaza de Cort, momento en el que el alcalde de Palma hará, en nombre de la Corporación, la ofrenda de un ramo de flores.
«En señal de respeto, y con la intención de recuperar las tradiciones, las banderas de el Ayuntamiento de Palma permanecerán a medio palo desde el Jueves Santo, a las 14 horas, hasta el Domingo de Resurrección, a primera hora de la mañana», ha anunciado el gobierno municipal en minoría del PP en el Ayuntamiento de Palma.
Para la recuperación de estas y otras tradiciones religiosas los populares que tienen once de los 29 concejales del salón de plenos, cuentan con el apoyo y aval de los seis ediles de Vox, formación con la que suscribió un acuerdo programático el mes de septiembre pasado.
De hecho en ese pacto se recoge el compromiso de ambos partidos por «preservar el carácter propio de las fiestas de carácter religioso, evitando aquellos elementos que las desvirtúan y promover el conocimiento de los elementos patrimoniales, tradicionales e históricos ligados a las mismas».
También figura expresamente el acuerdo para abrir el Ayuntamiento de Palma el día que se celebra el Corpus, durante las procesiones de Semana Santa, «como un acto institucional que merece decoro y respeto». Un giro de 180 grados respecto al anterior gobierno municipal con el alcalde socialista, José Hila, al frente.
De hecho el ex primer edil dio la orden expresa de que el Consistorio palmesano permanecerá cerrado y su fachada sin engalanar, con motivo de la celebración del Corpus durante las dos legislaturas que estuvo al frente del gobierno municipal .
La recuperación de costumbres tradicionales por el actual equipo de gobierno como la colocación de imágenes relevantes de la cultura de Mallorca en la fachada del Ayuntamiento de Palma, caso de Ramon Llull en noviembre pasado y antes la imagen del primer santo mallorquín y patrón de Mallorca, San Alonso Rodríguez, fue duramente criticado por los partidos del anterior gobierno municipal hoy en la oposición, que acusaron al primer edil de «querer imponer el nacionalcatolicismo».