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La Romareda, El Portillo, el Huerva… Zaragoza impulsa la mayor transformación urbana en décadas

La alcaldesa Natalia Chueca emprende tres obras pendientes desde hace decenios

Zaragoza transformará una antigua estación de tren en un enorme parque de nueve hectáreas en pleno centro

La transformación que está experimentando la ciudad de Zaragoza desde que llegó a la alcaldía Natalia Chueca avanza a marchas forzadas. Sin ni tan siquiera llegar al ecuador de la legislatura, la popular ha emprendido la mayor transformación urbana en décadas, cerrando «viejas cicatrices» –tal y como ella misma las ha definido– a proyectos que han estado durante años en el cajón sin que nadie se hubiera atrevido a emprenderlos, como la antigua estación del Portillo, las riberas del Huerva o el nuevo campo de fútbol.

En pocos años, la faz de Zaragoza cambiará gracias a proyectos como la Nueva Romareda, un estadio de 148 millones, cuyas obras empezaron el pasado julio, y que se convertirá en una de las sedes del Mundial 2030, con capacidad para 43.184 espectadores. El objetivo es que el estadio se convierta en un espacio moderno en el que se celebren acontecimientos deportivos y culturales durante todo el año y con asiduidad.

El último proyecto que ha sido anunciado este viernes tiene que ver con la antigua estación de tren del Portillo, cerrada desde hace años. El proyecto va a suponer una inversión de 33,8 millones de euros y podría comenzar a ejecutarse a finales de este año, con un plazo de ejecución de las obras de sólo 12 meses y que afectarán a 110.000 metros cuadrados de las 14 hectáreas que tiene el ámbito de desarrollo.

Se trata de «un paso en firme para dar solución a la mayor cicatriz urbana de nuestra ciudad, que separa los distritos Centro y Delicias, y que lleva más de dos décadas paralizada», ha destacado la alcaldesa, Natalia Chueca, quien ha presentado los detalles del ambicioso proyecto que pondrá en marcha Zaragoza Alta Velocidad, la sociedad pública conformada por el Gobierno central (50%), el Ejecutivo aragonés (25%) y el Ayuntamiento zaragozano (25%).

Sin duda, el gran cambio urbano, social y medioambiental de este proyecto será el parque de 9 hectáreas que se desarrollará, convirtiéndose así en el tercer parque urbano más grande de la capital tras el Parque del Agua Luis Buñuel y el Parque Grande José Antonio Labordeta.

«Vamos a tener una zona verde para todos los ciudadanos cuyo tamaño será casi 5 veces más grande que la plaza de Los Sitios, 3 veces más grande que la plaza del Pilar y 2 veces más grande que la pastilla de terreno del nuevo estadio de La Romareda», ha ilustrado Chueca para dar cuenta del volumen del nuevo espacio.

Se asfaltarán 38.500 m2, se pavimentarán 34.300 m2 de aceras, se renovarán 3 km de colectores y 820 m de tuberías de abastecimiento, se plantarán 50.000 unidades arbustivas, y el 27% del espacio serán islas verdes. Un proyecto transformador que ha sido realizado por los ingenieros de caminos Joaquín Bernad y José Manuel Almarza, y los arquitectos Joaquín Sicilia y Pablo de la Cal.

El río Huerva

Junto con ello, está la regeneración que se ha impulsado en torno al río Huerva, y que supondrá recuperar un paisaje abandonado desde hace años y la hidromorfología a su paso paso por la ciudad, y que ninguna corporación había abordado desde el pasado siglo.

Zaragoza es una ciudad surcada por tres ríos, el Ebro, el Gállego y el Huerva, siendo éste el más desconocido por estar oculto bajo tierra en una gran parte de la ciudad –se cubrió para facilitar la construcción de calles como la Gran Vía y el Paseo de la Constitución–.

Este proyecto es una colaboración institucional entre el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro, dado que el proyecto es de máxima complejidad y requiere de una gran inversión.

Para ello, Natalia Chueca firmó un convenio con el Gobierno de Aragón, en el que uno de sus puntos abordaba la recuperación de las riberas urbanas del Huerva. Se presupuestó en 20 millones de euros, a razón de una inversión anual de 5 millones.

Además de fondos NextGeneration de la Unión Europea, el Ayuntamiento recibirá 5 millones de euros gracias a dos convocatorias en las que ha obtenido sendas subvenciones.

«Es un proyecto que va a marcar un antes y un después en la ciudad de Zaragoza», tal y como expresó el consejero de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, mano derecha de la alcaldesa, y quien lleva la batuta en estos proyectos.