Crisis en Ciudadanos

El vicepresidente del Parlamento de Andalucía también se da de baja de Cs: «Este ya no es mi camino»

Sergio Romero, vicepresidente del Parlamento de Andalucía
Sergio Romero (Foto: EP)
Borja Jiménez

Sergio Romero, vicepresidente del Parlamento de Andalucía durante esta última legislatura y un alto cargo de Ciudadanos (Cs), ha anunciado su baja del partido. La enésima huida que se produce en una Andalucía donde Juan Marín se está quedando completamente solo.

Romero se ha despedido a través de una carta con muchos agradecimientos y pocos reproches. Admite que ha llegado un punto en el que se siente «más valorado fuera que dentro», y por eso ha decidido que «es hora de partir» y «como ser libre significa poder elegir, porque nadie me ha regalado nada, éste ya no era mi camino». Además, Romero no pide el voto para Ciudadanos: «Estoy convencido de que los andaluces, como yo hago hoy, sabrán elegir el suyo el próximo 19 de junio para que esta bendita tierra que es Andalucía pueda seguir avanzando».

A continuación, la carta completa de Sergio Romero:

Ahora sí, a falta ya de pocas fechas para que acabe mi cometido en la Diputación Permanente del Parlamento Andaluz y eche a andar una nueva legislatura, ha llegado la hora de separar oficialmente mi camino del de Cs.

Comienzo esta carta de despedida agradeciendo el apoyo, la confianza y el cariño sinceros que hasta el último día y durante años he recibido de cientos y cientos de compañeros de toda España, especialmente de mi querida provincia de Cádiz; personas normales haciendo cosas extraordinarias con las que he compartido sueños, esfuerzo y grandes logros, pero también una profunda desilusión ante episodios que vienen sucediéndose desde hace demasiado tiempo tanto a nivel nacional como autonómico (algunos evidentes y otros menos conocidos).

Lamento muchísimo que lo que representa el principal valor de cualquier organización, su capital humano, haya ido sintiendo ante esto la misma frustración que yo porque es a los afiliados a quienes les debo haber vivido intensamente nuestra tierra de la única forma que sé: con ética y dejándome la piel cada día por ella. Miles de kilómetros y de horas que hoy, echando con emoción y orgullo la vista atrás, se han convertido en un impagable aprendizaje y unos recuerdos que quedarán grabados por siempre en mi corazón.

Mi gratitud también a quienes con su voto, consecutivamente en dos primarias, apostaron por mí para representarles; y cómo no, a los miles de gaditanos que un 22 de marzo de 2015 y un 2 de diciembre de 2018 me permitieron ser partícipe como parlamentario de los históricos hitos que se han producido en nuestra tierra en los últimos años. Logros que no son propiedad de nadie, sino mérito de todos los andaluces. Los innumerables representantes y colectivos de todos los ámbitos sociales y económicos que he conocido han hecho que descubra el valor de aquello en lo que uno cree y por lo que uno lucha; ellos son los verdaderos protagonistas de la sociedad y me han enseñado también que la política, practicada con nobles intenciones, es una herramienta imprescindible, no para vivir de ella tras una máscara, sino para que la gente que paga nuestros sueldos viva mejor.

Gracias, por supuesto, a mi mujer e hijos por soportar mi ausencia y ser un sostén vital. A mi fiel amiga y compañera Almudena (lo mejor que me ha dado la política) y al resto de mis verdaderos amigos, que sabéis perfectamente quiénes sois. A todos, mi agradecimiento por ser la gasolina que me permitió no sólo levantarme, sino tomar impulso para superar mis propios límites y los momentos más oscuros.

Ha sido un honor indescriptible y un grandísimo privilegio representar a los andaluces y hasta el último día he sido la misma persona que llegó, fiel a unos principios incorruptibles, entendiendo la política como un abnegado servicio a los demás y, pese a ser testigo de la cara menos amable de la política, imponiéndome cada día como premisas la estabilidad y la mejora de Andalucía.

Siempre llevaré con orgullo haber sido el primer diputado por la provincia de Cádiz que tuvo Cs, ese Cs, liderado por un inigualable Albert Rivera, que nos conquistó a millones de españoles por la defensa de unos principios que yo he seguido practicando. Y es que mantener durante todos estos años la integridad, la actitud correcta y no despegarme un ápice de mis valores ha sido duro, muy duro, pero ese peaje no sólo ha fortalecido mis principios, sino que se ha convertido en una gran lección de vida que no olvidaré jamás.

Como tampoco olvidaré el aprecio y la amistad que me llevo, que es algo mutuo, de decenas de compañeros diputados de otras formaciones políticas, de los magníficos profesionales de mi grupo parlamentario, de todo el periodismo y de cada trabajador de la que ha sido mi casa durante más de siete años (desde el Letrado Mayor hasta esa anónima limpiadora nocturna o quienes siempre con una sonrisa me han servido un café). Qué suerte la mía.

Reconozco, y lo lamento, haber cometido errores (muchos de ellos, qué paradoja, pensando en Cs antes que en mí mismo) pero siempre antepondré el honor y la forma en que concibo ejercer un cargo público a cualquier otro interés; las responsabilidades que he ejercido y todas las maravillosas personas que he ido encontrándome en este trayecto me han permitido disfrutar de la política que siempre merecerá la pena (vocación que llevo muy dentro), pero, por contra, también he tenido que convivir con situaciones que me han supuesto grandes dilemas morales inadmisibles para mí durante más tiempo.

Me voy con la cabeza alta y la conciencia muy tranquila de haber representado y defendido un proyecto hasta donde he podido, de jugar limpio, sin utilizar ni engañar nunca a nadie, prevaleciendo mi felicidad y mi libertad a ser arrastrado por un poder que es efímero.

Cuando te sientes más valorado fuera que dentro es hora de partir y como ser libre significa poder elegir, porque nadie me ha regalado nada, éste ya no era mi camino; estoy convencido de que los andaluces, como yo hago hoy, sabrán elegir el suyo el próximo 19 de junio para que esta bendita tierra que es Andalucía pueda seguir avanzando.

Yo seguiré nadando en mi calle y poniendo mis sueños a trabajar porque lo mejor… siempre está por llegar.

Sergio Romero

En abril dejó la portavocía

Sergio Romero ha sido durante casi toda la legislatura el portavoz de Ciudadanos (Cs) en Andalucía. De hecho, llegó a ser cabeza de lista de la formación en Cádiz. Un primer espada en la comunidad que abandona ahora la formación, tal y como ha corroborado en sus redes sociales. Se trata, de este modo, de la una renuncia pública más para Cs.

Romero ha sido una figura de la mayor relevancia en el Grupo Parlamentario de Ciudadanos por cuanto hasta julio de 2021 ejerció como portavoz, momento en que fue relevado por la hasta ahora portavoz Teresa Pardo, y pasó entonces a incorporarse a la Mesa del Parlamento.

 

Lo último en España

Últimas noticias