Los de Teresa Rodríguez acusan al Papa de ser de extrema derecha
Adelante Andalucía, partido liderado por Teresa Rodríguez, ha publicado este jueves en sus redes sociales un texto en el que enmarca algunas ideas del Papa Francisco dentro de la ideología de la ultraderecha. El artículo, titulado «¿Es el Papa progresista? ¿Hace políticas diferentes a la ultraderecha en los ámbitos que le competen?», ha tenido poca repercusión, aunque el único comentario reza: «Al pan pan y al Papa pum!!!».
El Papa publicó el pasado domingo, tras casi ocho años de pontificado, una larga encíclica (Fratelli tutti, Hermanos Todos) enmarcada en la crisis social y económica del Covid-19. A lo largo de 98 folios analiza el mundo en tiempos de pandemia desde un marcado carácter social, y arremete contra la globalización y el liberalismo.
Aún así, los de Teresa Rodríguez consideran que algunas posturas del Papa Francisco son propias de la ultraderecha. Quizá en Adelante se han sentido aludidos y no ha sentado bien que el pontífice haya criticado también el populismo político: «La pretensión de instalar el populismo como clave de lectura de la realidad social tiene otra debilidad: que ignora la legitimidad de la noción de pueblo”.
«El Papa alienta a la extrema derecha»
El texto compartido por Adelante Andalucía y firmado por Nuria Alabao comienza señalando que «el Papa Francisco no se ha movido ni un milímetro del ultra Benedicto XVI o de Juan Pablo I» en relación al «control de la capacidad reproductiva de las mujeres».
En él pone en duda las «alabanzas» al Papa por su carta encíclica -«larguísima», recalca- e incluye entre ellas la de «comunista», como si de un piropo se tratase. La gente cree «que es un Papa de los nuestros», pero no. «¿Está tan lejos el Papa de la extrema derecha?», se pregunta. Y ella misma se contesta: «En cuestiones de género, no».
Acusa a la Iglesia de ser el «freno existente hoy a los derechos de las mujeres –como el del aborto– y de las personas LGTBI» y por ello asume que el Papa -que escribe siempre en minúsculas- «se alinea completamente con las posiciones de las extremas derechas más reaccionarias del planeta. Se alinea, las alienta y les da apoyo político público».
El artículo finaliza pidiendo al Papa Francisco que no se posicione con «antifeministas de ultraderecha que buscan el control sobre el cuerpo de las mujeres. Claro que ¿qué sería de la Iglesia sin esa función?».
El Papa publicó el pasado domingo, tras casi ocho años de pontificado, una larga encíclica (Fratelli tutti, Hermanos Todos) enmarcada en la crisis social y económica del Covid-19. A lo largo de 98 folios analiza el mundo en tiempos de pandemia desde un marcado carácter social, y arremete contra la globalización y el liberalismo.
Aún así, los de Teresa Rodríguez consideran que algunas posturas del Papa Francisco son propias de la ultraderecha. Quizá en Adelante se han sentido aludidos y no ha sentado bien que el pontífice haya criticado también el populismo político: «La pretensión de instalar el populismo como clave de lectura de la realidad social tiene otra debilidad: que ignora la legitimidad de la noción de pueblo”.
«El Papa alienta a la extrema derecha»
El texto compartido por Adelante Andalucía y firmado por Nuria Alabao comienza señalando que «el Papa Francisco no se ha movido ni un milímetro del ultra Benedicto XVI o de Juan Pablo I» en relación al «control de la capacidad reproductiva de las mujeres».
En él pone en duda las «alabanzas» al Papa por su carta encíclica -«larguísima», recalca- e incluye entre ellas la de «comunista», como si de un piropo se tratase. La gente cree «que es un Papa de los nuestros», pero no. «¿Está tan lejos el Papa de la extrema derecha?», se pregunta. Y ella misma se contesta: «En cuestiones de género, no».
Acusa a la Iglesia de ser el «freno existente hoy a los derechos de las mujeres –como el del aborto– y de las personas LGTBI» y por ello asume que el Papa -que escribe siempre en minúsculas- «se alinea completamente con las posiciones de las extremas derechas más reaccionarias del planeta. Se alinea, las alienta y les da apoyo político público».
El artículo finaliza pidiendo al Papa Francisco que no se posicione con «antifeministas de ultraderecha que buscan el control sobre el cuerpo de las mujeres. Claro que ¿qué sería de la Iglesia sin esa función?».