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Tener perro es un chollo si vives aquí: cómo conseguir la nueva deducción por mascota en Andalucía

deducción mascota Andalucía
Blanca Espada

Quien convive con un perro, un gato o cualquier mascota sabe que la alegría que dan compensa casi todo, pero también debemos ser conscientes de lo que cuesta mantenerlos. Desde vacunas a revisiones, sin olvidar desparasitaciones, analíticas, operaciones puntuales. Cualquier visita al veterinario puede rondar fácilmente entre 50 y 100 euros, y eso sin hablar de tratamientos específicos que se disparan. En muchas familias andaluzas, esos gastos obligatorios pesan tanto como la compra del pienso o los juguetes y accesorios. Por suerte, se anuncia ahora algo que gustará a muchos: una deducción fiscal para los dueños de mascotas en Andalucía.

A partir de este año 2025, si vives en Andalucía y tienes mascota vas a poder aplicar una deducción en la declaración de la renta (la que harás en 2026) relacionada con los gastos veterinarios. Una nueva rebaja fiscal anunciada días atrás por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, que confirmó una deducción del 30 % en estos gastos, como parte de las rebajas fiscales que prepara el Gobierno regional. Una rebaja sin duda celebrada que va más allá de un simple ahorro. Se busca también dar un empujón a que se adopten más animales que viven en refugios, además de apoyar a quienes cuentan con perros de asistencia y también, reconocer el papel que cumplen las mascotas en hogares que atraviesan situaciones difíciles, como los de violencia de género. Según los cálculos de la Junta, la medida podría alcanzar a más de 182.000 contribuyentes y rondar un coste de 12 millones de euros al año para las arcas públicas.

Requisitos para conseguir la deducción

Para beneficiarse de esta deducción por mascota en Andalucía hay que cumplir algunos requisitos básicos. El primero es la fecha: la adquisición o adopción de la mascota debe haberse producido desde el 1 de enero de 2025. Esto deja fuera a quienes ya tenían animales antes, salvo en casos concretos como los de asistencia o violencia de género, donde sí se mantiene la ayuda.

Otro punto clave es que los gastos deben justificarse con factura oficial, emitida siempre por un veterinario o un centro autorizado. No valen recibos informales ni compras generales en tiendas de animales. Lo que se busca es cubrir lo esencial: vacunas, desparasitaciones, revisiones y tratamientos obligatorios que marcan las normativas sanitarias.

La deducción funciona de la siguiente manera: el contribuyente podrá restar un 30 % de lo que haya pagado en gastos veterinarios, con un límite de 100 euros durante el primer año en caso de compra de la mascota. Si lo que se ha hecho es una adopción en un refugio o protectora, la ventaja se amplía y se mantiene durante tres ejercicios consecutivos.

También hay que fijarse en los límites de renta: la medida sólo se aplica si la base imponible no supera los 80.000 euros en declaración individual ni los 100.000 en conjunta. La idea es que se destine principalmente a familias medias, que son las que más sienten en el bolsillo el gasto veterinario anual.

Quién se puede beneficiar

En principio, cualquier persona residente en Andalucía que cumpla los requisitos anteriores puede aplicarse la deducción. Pero existen situaciones especiales en las que la ayuda se alarga durante toda la vida del animal.

Es el caso de los perros guía de personas con discapacidad visual, los animales de asistencia para quienes viven con otro tipo de limitaciones o las mascotas que conviven en hogares afectados por violencia de género. En estos supuestos, la deducción no se limita a un año ni a tres: se mantiene mientras viva el animal, reconociendo así su función social.

Otro aspecto relevante es el papel de las adopciones. No es casualidad que la Junta haya premiado con tres años de deducción a quienes opten por adoptar. La intención es clara: incentivar la salida de animales de refugios y protectoras, donde cada año se acumulan miles de perros y gatos que esperan un hogar.

La medida ha levantado interés fuera de Andalucía porque es la primera comunidad que da este paso para quienes tienen mascota. Hasta ahora, las políticas fiscales relacionadas con animales de compañía eran prácticamente inexistentes en España. Sí había bonificaciones en tasas municipales para perros adoptados o ayudas puntuales a asociaciones, pero nunca una deducción directa en la declaración de la renta.

Esto abre un precedente. Si funciona y tiene buena acogida, no sería raro que otras autonomías estudien algo similar. El hecho de que Andalucía haya sido la primera responde tanto a un compromiso con el bienestar animal como a una estrategia política: poner en valor una medida que conecta con la vida cotidiana de cientos de miles de familias.

De aquí en adelante, la cuestión será comprobar hasta qué punto los andaluces aprovechan la deducción y si realmente ayuda a impulsar las adopciones. Lo cierto es que cualquier gesto que alivie los gastos de una familia con perro o gato supone un respiro. Y a partir de este 2025, en Andalucía, tener mascota será un poco más llevadero también desde el punto de vista fiscal.

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