A prisión un joven marroquí por sucesivos robos con violencia e intimidación en el centro de Granada
La Policía Nacional ha detenido en Granada capital a un joven de 21 años y nacionalidad marroquí como presunto autor de sucesivos robos con violencia e intimidación en el distrito Centro de la ciudad, uno de ellos a un menor de edad. La autoridad judicial ha decretado su ingreso preventivo en prisión.
Los delitos fueron cometidos entre los pasados meses de julio y septiembre. El inmigrante, con antecedentes policiales, sustrajo varias joyas de oro que luego fueron vendidas en un establecimiento de compraventa de este tipo de artículos.
La investigación policial a raíz de los hechos llegó a buen puerto y ha logrado identificar y detener al sospechoso, así como localizar y devolver a la víctima de uno de estos robos las joyas que le fueron sustraídas.
Robo violento a un chico de 14 años
Las pesquisas comenzaron el pasado mes de julio, momento en el que en dependencias policiales se recibió una denuncia por un robo con violencia e intimidación. La víctima, un varón de 20 años, afirmó haber sido asaltado por dos individuos, sobre la medianoche, en una glorieta del distrito Centro, donde le habían agarrado por el brazo, iniciándose un forcejeo entre ellos. Tras la huida de los asaltantes, el denunciante comprobó que le habían robado una cadena de oro de eslabones trenzados junto con un anillo tipo sello, también de oro.
En el segundo de los asaltos, acaecido a mediados del pasado mes de noviembre, un hombre de 50 años denunció que su hijo, de 14, había sufrido el robo de una cadena y un colgante, ambos fabricados en oro. En esta ocasión, dos individuos se aproximaron a la víctima, que paseaba junto a una amiga, agarrando uno de ellos la cadena de oro que llevaba al cuello junto con el colgante y propinándole un fuerte empujón que acabó con el menor en el suelo.
En el tercer robo, que tuvo lugar a finales del pasado mes de noviembre, un varón de 19 años denunció que mientras paseaba por una calle del centro de la ciudad, sobre las once de la noche, fue abordado de forma repentina por un individuo que le agarró por el cuello y lo empujó contra la fachada de un local con la excusa de haber tenido problemas con un amigo suyo, hecho éste «totalmente falso». Tras zafarse del asaltante, este último se fue del lugar, primero andando y luego a la carrera, siendo en ese momento cuando la víctima se percató de la desaparición de la cadena que llevaba al cuello junto con una cruz, ambas de oro.