Plaga de ratas en Tarazona (Sevilla) por la falta de alcantarillas: los vecinos acusan al PSOE de «mafia»

Ver vídeo
David García de Lomana

Año 21 del siglo XXI y los vecinos de la urbanización de Tarazona, en La Rinconada (Sevilla), viven sin alcantarillado. No es un barrio marginal ni chabolista, pero el alcalde de la localidad, Francisco Javier Fernández de los Ríos (PSOE), los trata como tal. Los residentes pagan un IBI de 1.200 euros por sus parcelas.

«No puede haber agua potable sin un alcantarillado que recoja los residuos, es ilegal. Desde el año 97 los líquidos se están vertiendo a las aguas subterráneas, contaminando el subsuelo y dando lugar a malas olores y plagas de bichos», denuncia un vecino.

Hace unos días, él mismo cazó la rata que acompaña a estas líneas. También campan a sus anchas cucarachas y mosquitos, pero ojalá fuera éste el único problema. La barriada está sin urbanizar: no hay asfalto, ni aceras, ni farolas. Los cortes de luz son frecuentes y la basura se acumula en los contenedores por la deficiente recogida de residuos en la zona.

«La Policía no viene porque las calles están tan mal que revientan los coches patrulla. Si tiene que venir una ambulancia, cada vez se lo piensan más, las calles están intransitables», comenta un residente. A pesar de que la urbanización se sitúa en una zona envidiable, los autobuses tampoco pasan por allí y «cuando llueve, si no es en coche, no se puede salir», recalca. Y es que Tarazona se convierte en un lodazal cuando llueve y en un remolino de polvo cuando no.

«No pedimos parques infantiles, ni piscinas municipales, ni bibliotecas, ni arbolitos, ni papeleras. Queremos un mínimo: alcantarillado», relata un vecino. El anterior alcalde de la Rinconada, Enrique Abad (PSOE), prometió acometer su instalación antes de jubilarse, pero dejó la tarea a su sucesor, el también socialista Fernández de los Ríos, que en 14 años como regidor no ha hecho sino esquivar el asunto.

«Es una mafia, aquí no se puede vivir. El socialismo tiene un entramado montado increíble. Empiezan a mirar de un lado para otro y no hacen nada», denuncia uno de los residentes. Otro vecino asegura que el alcalde socialista «la ha tomado con nosotros. Si por él fuera, cogía una excavadora y arrasaba con toda la barriada».

«Nos están chantajenado»

Desde que en 1987 cambiara la catalogación de los terrenos, en Tarazona pagan el IBI como suelo urbano y residencial. Con 753 parcelas pagando religiosamente, el Ayuntamiento de La Rinconada recauda cerca de un millón de euros al año, pero «aquí no ha repercutido ni un solo euro», apuntan los vecinos.

«Encima, el alcalde nos pone de caraduras», señalan. A pesar de que en 1999 se creó por convenio una junta de compensación para abordar la urbanización y reparcelación de la zona, el proyecto sigue parado. Para desbloquearlo, el ayuntamiento pide 2,5 millones de euros. «Nos están chantajeando, esto es un despropósito», lamentan.

«Nos manifestamos durante cuatro días en el Parlamento de Andalucía y hemos hecho caceroladas frente al Ayuntamiento, pero creo que no deberíamos protestar por vivir dignamente. Para eso cobran los políticos, es su obligación. Bastante tenemos con trabajar para pagar sus sueldos y nuestros impuestos. Son plenamente conscientes de lo que ocurre pero no mueven ni un dedo», concluye un vecino.

A pesar de que el alcalde socialista emitió recientemente un comunicado mostrando su «predisposición a un acuerdo», los vecinos no se fían: «Son unos manipuladores». Una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número uno de Sevilla impuso al Ayuntamiento de La Rinconada el pasado octubre la obligación de «ejecutar las obras de restauración del medio físico» de la urbanización Tarazona merced al acuerdo firmado en 1999 entre el Consistorio y la junta de compensación. Un acuerdo que sigue paralizado 22 años después, 14 de ellos con el actual alcalde como regidor del consistorio municipal.

Lo último en España

Últimas noticias