El PSOE destroza Tarazona (Sevilla): sus ciudadanos pagan 1.200 € de IBI y no tienen ni alcantarillado

Vox se acerca a la barriada para comprobar la situación crítica de sus vecinos

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David García de Lomana

Visitar la urbanización Tarazona, en el municipio de La Rinconada (Sevilla), supone un viaje en el tiempo -al siglo XIX- y en el espacio -a un país del tercer mundo-. El Ayuntamiento socialista de la localidad no invierte ni un solo céntimo en urbanizar la barriada, pese a que algunos vecinos pagan 1.200 euros de IBI por una parcela.

A pesar de contar con agua potable, la urbanización no dispone de sistema de alcantarillado, lo que provoca que las aguas fecales se acumulen a la puerta de sus casas y atraiga a ratas y cucarachas. La recogida de basuras es lamentable y el reciclado, inexistente. Los cortes de luz por la deficitaria red eléctrica son constantes. A pesar de que Tarazona se encuentra cerca de la capital y del aeropuerto, los autobuses no pasan por su barrio. Los 14 kilómetros de calles sin pavimetar se vuelven intransitables con la lluvia: socavones, charcos y barro. Cuando no llueve, el polvo seco se cuela hasta las cocinas.

La urbanización es el tercer núcleo urbano de La Rinconada. Con unas 750 viviendas, tiene un censo que ronda los 900 residentes, aunque la realidad es que en Tarazona viven más de 2.000 personas y en periodos vacacionales la población llega a duplicarse.

La diputada nacional de Vox por Sevilla, Reyes Romero, ha visitado Tarazona para conocer de primera mano la «tremenda situación» de la barriada. Los vecinos convocaron la semana pasada una cacerolada a las puertas del ayuntamiento para mostrar, por enésima vez, su indignación. «Nos tienen malviviendo», confiesan a la diputada los residentes que hartos, reclaman «un mínimo de decencia».

El alcalde, desaparecido

El alcalde de La Rinconada, Francisco Javier Fernández de los Ríos (PSOE) hace caso omiso a las reclamaciones vecinales. Su estrategia es clara: mirar para otro lado. «Si por él fuera, a Tarazona no llegaba ni el agua. Dicen que si de él dependiera, metía una excavadora y arrasaba con absolutamente todo», señala, molesto, un vecino.

«Para cobrar el IBI sí que está. Esta gente está recaudando cerca de un millón de euros anuales con nosotros. Entre las personas empadronadas aquí, los impuestos de los coches, el IBI de las viviendas… la recaudación es brutal y no invierte ni un euro», denuncia uno de los residentes. «Se olvida que Tarazona pertenece a La Rinconada y paga sus impuestos allí», le recuerda otro al alcalde.

El portavoz de la comisión de fomento del Parlamento de Andalucía por Vox, Macario Valpuesta, ha comprobado el deplorable estado del lugar y ha mostrado su solidaridad a los vecinos: «Hemos comprobado cómo, tras las recientes lluvias, el mero tránsito es impracticable. Carecen de servicios, de alcantarillado… es algo tercermundista. Esto hay que arreglarlo, no se puede prolongar por los siglos como si fuera una condena».

Un vecino cuenta a Vox que «la barriada surgió a finales de los años 70». «La urbanización», relata, «se publicitó en periódicos locales: zona de ocio, cerca de Sevilla, bien comunicada». «En el año 97 se cambió la catalogación de estos terrenos y desde entonces es suelo urbano y residencial». Y como tal llevan pagando desde entonces.

El alcalde Enrique Abad (PSOE), predecesor del actual regidor socialista, propició la llegada de agua potable a Tarazona en 1987, recuerdan los vecinos. «Después de comprometerse a instalar el servicio de alcantarillado, este señor se jubiló y llegó el alcalde actual, que parece que la ha tomado con nosotros», señalan.

Manuel, secretario de la asociación de vecinos de Tarazona, critica la actitud adoptada por el socialista Fernández de los Ríos que, según su versión, busca poner al pueblo en contra de la barriada: «Este ayuntamiento sigue vendiendo a su pueblo que nosotros queremos gratis las obras, pero no es así. Queremos pagar un precio justo y que la ejecución de las obras comience de una vez por todas, porque es lo que el ayuntamiento firmó. Hay unos convenios firmados que se han ganado en los juzgados, sólo queremos que se hagan efectivos ya. Pagaremos lo que tengamos que pagar».

«Tenemos derecho a vivir dignamente»

Una mujer lamenta que el alcalde socialista considere que «no nos merecemos una prueba de Covid-19, ni una mínima limpieza de basuras, ni servicio básico alguno. Se le olvida que en pleno siglo XXI no tenemos alcantarillado y tenemos las aguas fecales en la puerta de casa». La vecina recuerda que «nos ampara la Constitución: tenemos derecho a vivir dignamente, porque a este señor se le olvida que somos españoles».

«Menos ayuda a los países tercermundistas y primero que dé de comer a su pueblo y a su gente, y lo que le sobre, que lo reparta. Pero que no nos tenga malviviendo como nos tiene. Somos personas y sólo reivindicamos vivir como personas, nada más», concluye la mujer.

«Los cortes de luz se producen casi a diario y durante horas. La comida se nos echa a perder», señala otro de los cerca de mil habitantes de Tarazona.

«Es de vergüenza cómo nos tienen. Se han olvidado de nosotros», reza un residente. «Sólo queremos vivir medianamente en condiciones, poder acceder a nuestras casas con un mínimo de garantías y que nuestros hijos puedan disfrutar de su barriada y de sus vecinos», señala otro de los vecinos que participaron en la protesta frente al ayuntamiento socialista.

Vox, con los vecinos

La diputada nacional de Vox por Sevilla, Reyes Romero, tras visitar la urbanización de Tarazona, ha señalado a OKDIARIO que es «inadmisible que en el siglo XXI tengamos esta falta de infraestructuras que más parecen propias de un país tercermundista que de un país europeo. Hemos visitado la zona en días de lluvia y hemos observado cómo los vecinos no tenían accesos a sus viviendas por las balsas de agua existentes en sus puertas por la falta de alcantarillado».

«A pesar de ser una urbanización pegada al aeropuerto de Sevilla, ni siquiera tiene un autobús de linea que pase por la urbanización debido al mal estado del pavimento, con socavones impresionantes que destruyen los amortiguadores de los vehículos», señala la diputada de Vox, que recuerda que «el alcalde de La Rinconada recauda cada año una enorme cantidad con los impuestos pero no invierte nada para los vecinos de esta urbanización, que están ya desesperados».

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