Granada: seis meses de prisión por abandonar a su perro atado a pleno sol, sin agua ni comida
Un hombre ha aceptado una pena del Juzgado de lo Penal 4 de Granada de seis meses de prisión por un delito de maltrato animal después de abandonar a su perro atado con una cuerda en la calle a pleno sol y sin agua ni comida.
Además, se le inhabilitará para la tenencia de animales, profesión, comercio u oficio relacionado con ellos durante los próximos tres años. La Fiscalía había solicitado para el dueño siete meses de prisión, que la Asociación Animalista Peludísimos Granada elevó a doce meses. Finalmente las partes han alcanzado un acuerdo por el que el acusado y dueño del animal ha aceptado una pena de seis meses de cárcel.
El perro, de raza Bull Terrier, fuera localizado el 6 de junio de 2019 atado a una baranda en la zona de Cartuja, según ha relatado a Europa Press el abogado del colectivo animalista, Aritz Toribio, del despacho Abogados Toribio. El informe del veterinario que atendió al animal, de entre 4 y 6 años, concluyó que el perro se encontraba en un «estado lamentable de abandono, con problemas de desnutrición, y abandono sanitario».
El can se encontraba atado con una cuerda sin protección de las inclemencias climáticas y sin ningún tipo de alimento ni agua. Presentaba una situación bastante crítica y ante su evidente abandono una de las personas que pasaba por allí informó a las autoridades y a la Residencia Canina Delagos, situada en Ventas de Huelma (Granada) para que se hiciesen cargo de él.
Sus heridas y cicatrices hacían pensar que podía haber sido maltratado y que no había recibido los cuidados básicos que un animal necesita. El colectivo puso los hechos en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y, dado el estado físico del animal, pidió que se realizaran las actuaciones pertinentes para averiguar por qué se encontraba abandonado en ese lugar y en ese estado, ya que no se sabían cuánto tiempo llevaba allí.
El informe del veterinario certificó también que no estaba al corriente de las vacunas ni de las desparasitaciones. De hecho, tenía heridas por una «infestación masiva de garrapatas», además de sufrir caída del pelo, tener la frecuencia cardiaca alterada y lesiones compatibles con mordidas.