Sucesos

La familia de los desaparecidos en una playa de Málaga pide revisar las cámaras por si salieron del agua

surfistas Málaga
Los dos jóvenes desaparecidos en Málaga tras salir a practicar paddle surf (INSTAGRAM).
David García de Lomana

Los familiares de los dos amigos argentinos desaparecidos este pasado domingo tras salir a practicar paddle surf en la playa de la Misericordia de Málaga no pierden la fe. Han pedido revisar las cámaras del entorno por si pudieran arrojar alguna pista. Quieren saber si salieron o no del agua. Mientras, Salvamento Marítimo encara la tercera jornada de búsqueda con medios marítimos y aéreos.

Emmanuel Soria y Maxi Ludvik quedaron a las 7:20 horas del domingo en esta playa del barrio de Huelin para echarse al mar y ver el amanecer tomando mate. Desde entonces se encuentran en paradero desconocido. Este lunes a media tarde la tabla de paddle surf fue localizada por un velero a 15 millas -algo más de 24 kilómetros- de la costa, al sureste de la capital. También se halló la bombilla de mate que llevaban consigo, objetos ambos que los familiares han reconocido. Ninguno de ellos llevó el teléfono móvil ni ninguna pertenencia más allá del mate y el termo.

Paralelamente a esta búsqueda, este martes aparecían dos cuerpos sin vida frente a la costa de Fuengirola; pero no eran ellos. Salvamento Marítimo ha precisado que los cadáveres pertenecen a dos inmigrantes magrebíes.

El área de búsqueda abarca hasta la isla de Alborán, a más de 150 kilómetros de Málaga, e incluye el punto en el que se encontró la tabla de paddle surf y el proceso de deriva seguido desde que salieron de la playa de la Misericordia. También se continúan emitiendo radioavisos náuticos a los buques que navegan por la zona.

El dispositivo de este miércoles, coordinado por el Centro de Salvamento Tarifa, cuenta con la embarcación Salvamar Alnitak de Salvamento Marítimo y una nave de Cruz Roja, además de un medio aéreo que peina la zona.

Salvamento Marítimo
La nave Salvamar Alnitak (SALVAMENTO MARÍTIMO).

Maxi Ludvik, de 34 años, vivía en Málaga desde abril y trabajaba en una heladería de la ciudad. Emmanuel Soria, de 29, llegó en verano para pasar las vacaciones junto a su madre, su hermana y su hermano.

Según los familiares de los desaparecidos, ninguno de ellos conoce el mar en profundidad y apenas habían salido cuatro o cinco veces a practicar este deporte, a lo que se suma el fuerte viento que azotó este pasado domingo el litoral mediterráneo.

Las cámaras de la playa

Pero la esperanza es lo último que se pierde. Santi Soria, hermano de Emmanuel, ha explicado este miércoles en una entrevista en COPE que han pedido que se revisen las cámaras de seguridad del entorno de la playa de la Misericordia por si es necesario que la búsqueda se haga extensiva también a tierra firme: «Queremos ver si realmente ellos han entrado y salido del agua. Es evidente que entraron porque se ha encontrado la tabla, pero también queremos ver que hayan salido. Nos ha llegado una información de que los han visto en Fuengirola. Queremos saber si seguir buscando en el agua o si hay que hacerlo también en tierra».

«Puede ser que el mar los haya echado en Fuengirola y estén desorientados, deshidratados o inconscientes por estar tanto tiempo en el agua. Eso me han dicho los médicos con los que he hablado. Estamos un poco cansados, pero con fuerzas para seguir buscando. Hay esperanza, sí; eso nunca se pierde. No descartamos ninguna hipótesis. Hasta que no vea cosas, no descarto nada. Desde Salvamento Marítimo nos han comentado que no se encuentra nada, pero que han desplegado más medios. Y que piensan extender la búsqueda hasta la isla de Alborán, aunque está siendo difícil por los vientos y las corrientes», ha detallado.

Playa de la Misericordia de Málaga.

Preguntado por la última comunicación con su hermano, Santi ha comentado que el día anterior a la desaparición -el sábado 26- fue el cumpleaños de su madre y fueron a cenar juntos: «Ese fue el último contacto que tuve con él. No me dijo nada de que iba a salir al mar con la tabla. Sí que avisó a mi hermana. Y con Maxi tenía conversaciones en el móvil para ir a ver el amanecer ese domingo».

El familiar ha reconocido que ambos tenían «muy poca experiencia» en paddle surf: «Hará un mes que le habían prestado una tabla a Emmanuel. Estaban practicando. Se compró una Maxi y la usaban muy poco. Pero nosotros vivimos mucho tiempo en Argentina, en Mar del Plata, y allí el oleaje es mucho peor que aquí, es muy distinto. Aquí las olas son muy tranquilas».

Entretanto, la madre y los hermanos de Emmanuel siguen preguntando en los hospitales de Málaga por si encuentran alguna pista que estreche el círculo.

La investigación sobre la desaparición de estos dos amigos la asume ahora la Guardia Civil, institución con competencias en el mar y que ya aportó una de sus patrulleras para la búsqueda. El caso concernía hasta ahora a la Policía Nacional, dado que fue el cuerpo al que el entorno de los jóvenes acudió para formular la denuncia, si bien las diligencias ya han sido trasladas al Instituto Armado.

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