Detenido un empleado de gimnasio en Melilla por difundir vídeos de clientas y pedir sexo para borrarlos
Hay al menos tres víctimas
Se le acusa de varios delitos contra la intimidad y coacciones de índole sexual
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La Guardia Civil ha detenido en Melilla a un trabajador de un gimnasio de la ciudad por difundir fotos y vídeos de contenido sexual de varias clientas en distintas aplicaciones de mensajería instantánea con el fin de intimidarlas y coaccionarlas, solicitándoles a cambio favores del tipo sexual. El hombre está acusado de la comisión de varios delitos contra la intimidad y coacciones de índole sexual. Hay al menos tres víctimas.
Según ha informado este lunes un portavoz de la comandancia melillense, la investigación arrancó el pasado mes de septiembre, cuando varias mujeres denunciaron haber sido incluidas, sin su consentimiento, en distintos chats de índole sexual, donde se mostraban imágenes suyas y vídeos tomados mientras realizaban actividad deportiva como usuarias en un gimnasio de la ciudad.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de Melilla comenzó las labores de investigación, solicitando a los distintos operadores de telefonía móvil datos que, una vez analizados, establecieron que el autor de los hechos utilizaba varias líneas de teléfono para acosar y coaccionar a distintas mujeres.
Con el fin de ocultar su verdadera identidad, el acusado utilizaba distintas líneas móviles a nombre de un tercero, cuya identidad pertenecía a un residente en el extranjero y, de este modo, dificultar su localización. Asimismo, adquiría terminales móviles de marca y modelo con las características DUAL SIM, cuyo sistema permite tener dos líneas de teléfono en un mismo dispositivo.
El rastreo de los distintos IMEI -código internacional de identidad del terminal- de los dispositivos desde donde contactaba con las clientas, así como el análisis de los datos aportados por las distintas operadoras móviles, determinó que se trataba de una persona cercana a las víctimas, concretamente un trabajador del propio gimnasio. Aprovechando esta condición, accedía al número de teléfono de las usuarias que constaban en la base de datos del centro deportivo.
Según el portavoz policial, utilizaba un perfil falso con el que interactuaba en las distintas aplicaciones de mensajería instantánea y publicaba fotos y vídeos de las usuarias del gimnasio, sin el consentimiento de éstas, con el fin de intimidarlas y coaccionarlas, solicitándoles a cambio favores de tipo sexual. «Para infligir más daño, registraba perfiles falsos en canales y chats de índole sexual, con imágenes de las víctimas, recibiendo éstas todo tipo de mensajes sexuales y vídeos pornográficos», ha detallado.
El presunto autor de los hechos es un varón, mayor de edad, residente en la ciudad española del norte de África, a quien le han sido imputado varios delitos de coacciones y contra la intimidad. Su nacionalidad no ha trascendido. Hasta el momento han sido identificadas tres mujeres como víctimas, si bien la investigación, llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial, bajo la dirección y tutela del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 5 de Melilla, continúa abierta.