División entre multinacionales y asociaciones de consumidores por el etiquetado nutricional
La pureza del aceite de oliva extra virgen ha sacado a relucir el debate sobre la implementación de un etiquetado nutricional complementario que sea fácil de entender y ayude a los consumidores a comer de manera más saludable. Este tema será debatido, además, en uno de los paneles del congreso NutriMad que se está desarrollando hasta el sábado en Madrid.
El debate principal hace referencia a dos propuestas diferentes. Por un lado, la iniciativa Evolved Nutrition labelling (ENL) impulsada por cinco grandes multinacionales de la alimentación y, por otro, el etiquetado interpretativo llamado Nutriscore, ya elegido por países como Francia y Bélgica y apoyado también por las asociaciones de consumidores.
Evolved Nutrition Label Initiative (ENL) es el etiquetado propuesto por un consorcio integrado por cinco grandes compañías: Coca-Cola, Mondelez, Nestlé, PepsiCo y Unilever. Mars formaba parte de este consorcio, pero se retiró del mismo en marzo de este año.
El modelo ENL propone ofrecer información nutricional de los productos sobre la base de porciones aconsejadas de consumo. El objetivo es instaurar un sistema de colores que muestre la información sobre contenido en grasas, azúcares y sal de sus productos, basándose en porciones recomendadas, variando así de un producto a otro.
La Oficina Europea de los Consumidores (BEUC) y organizaciones de consumidores como la francesa UFC Que Choisir; la Federación Alemana de Organizaciones de Consumidores (VZBV), la española OCU o la británica Which, junto con diversos expertos en salud han denunciado el altísimo riesgo que tendría este sistema al dejar en manos de los propios fabricantes la definición de las porciones estándar y han mostrado su apoyo al sistema NutriScore.
Por su parte, este sistema se basa en la atribución de puntos en función de la composición nutricional por 100 gramos del producto o por 100 ml de bebida. Se tienen en cuenta los elementos considerados como desfavorables desde el punto de vista nutricional pero también se contabilizan los elementos considerados como favorables . El resultado final se obtiene a través de un algoritmo y es lo que se refleja en la etiqueta frontal de los alimentos con un código de letras y colores.
En España ya hay algunas iniciativas para implementar este modelo. Eroski, por ejemplo, ha anunciado que incorporará el modelo Nutriscore a todos sus productos de marca propia a finales de año.
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