El PP del País Vasco y parte del de Asturias pedirán una gestora si el 26-M se produce otra debacle
Un dirigente del Partido Popular admite que “no se trata de planteamientos mayoritarios en el partido, pero evidentemente la tensión ha empezado”
Sectores del PP han prendido ya la mecha de la conspiración dentro de las filas del partido azul. Pese a que el lunes posterior a las elecciones del 28-A se capeó con una aparente calma de los barones, lo cierto es que la tormenta corría por dentro de algunos de los presentes -y de los ausentes- en la reunión en Génova.
Los feudos con más ganas de saltar a la yugular del presidente de la formación, Pablo Casado, se encuentran en Asturias y País Vasco, donde las voces críticas se alzan más que en otras plazas y donde ya se pide en reuniones internas la convocatoria de una gestora en caso de que los resultados electorales del 26-M confirmen la caída del PP. “No se trata de planteamientos mayoritarios en el partido, pero evidentemente, la tensión ha empezado”, señala un alto cargo territorial del PP.
Asturias es unos de los feudos más críticos en estos momentos con Casado. La histórica líder del Partido Popular en Asturias, Mercedes Fernández -conocida como ‘Cherines’-, fue, de hecho, una de las voces más combativas en la reunión del Comité Ejecutivo del PP celebrada el día después de las elecciones, el Comité que valoró el resultado de 66 diputados populares en el Congreso.
Cherines criticó en esa reunión los resultados en las generales y cargó contra Javier Maroto como responsable de la campaña. En esa reunión no llegó a cuestionar la figura de Casado, pero lo cierto es que las voces críticas crecen en Asturias, donde todo el mundo recuerda que Cherines apoyó en el tramo final de las Primarias del PP a Soraya Sáenz de Santamaría.
La historia del PP asturiano tiene una explicación clara. Y es que Génova ha destronado recientemente de su feudo a una Cherines que no despegaba en las encuestas. La tormenta llegó a tal nivel que la cúpula del PP tuvo que amenazar con nombrar una gestora para aplacar las críticas tras la designación de Teresa Mallada como candidata a la Presidencia del Principado.
“Ahora los equipos destronados responden con la misma moneda. Y piden actuar contra Casado como si él fuera el que inició la caída del PP”, señala una fuente del PP nacional.
El segundo gran feudo crítico es el del País Vasco. No es ninguna novedad que esa área, bajo la batuta de Alfonso Alonso, ha sido mayoritariamente sorayista. Pero lo cierto es que las voces críticas tras ser borrados del mapa de los diputados han crecido. El último de los aldabonazos lo ha protagonizado este pasado jueves el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Bilbao, Luis Eguíluz, quien cargó contra su propio presidente del PP en el País Vasco, Alfonso Alonso, por los resultados electorales y por amoldarse a Casado.
La crítica se hizo pública y afirmó en referencia a Alonso que se había confundido “a un magnífico orador con un líder político imprescindible». Eguíluz llegó a insinuar que en las elecciones municipales del 26-M votará al PSE-EE. De hecho, puso en valor su «amistad» con los concejales socialistas bilbaínos Alfonso Gil y Yolanda Díez, dejando abierto el sentido definitivo de su voto. Eguíluz fue otro de los populares que respaldó a Soraya Sáenz de Santamaría en las Primarias del PP, y se encuentra actualmente enfrentado a la dirección del partido en Vizcaya tras haber sido apartado de las listas electorales.
Y su voz no es única en el País Vasco, donde la palabra gestora ha surgido ya también en reuniones internas del partido regional.
Esos son los dos territorios donde las voces críticas se elevan con más claridad. Pero también en otros terrenos, como en Castilla y León, ha surgido ya la controversia. La última, el pasado jueves, cuando el portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, pidió a su partido más humildad y autocrítica: “Ya sabemos que la derechona valiente e inútil surgió del mal abordaje de la crisis catalana y por qué han crecido los liberales veletas, acostumbrados a conseguir mandos a base de echar la caña en cualquier sitio, con pucherazo incluido. En el entorno de Pablo Casado debería haber más Feijóos y Herreras, y menos Aznar y FAES”, afirmó.
No se trata de voces mayoritarias, pero sí de los primeros avanzados de un posicionamiento que empieza a emplear la palabra gestora de forma sonada y condicionada a una cuestión: que los resultados que obtenga el PP el próximo 26 de mayo confirmen el golpe de las generales.