De ruta por los pueblos amurallados más bonitos de España
La defensa siempre ha sido el principal ataque de muchas civilizaciones. Por ello, la construcción de murallas, fuertes o castillos son uno de los aspectos más destacados de la antigüedad. Con el paso de los años, estas edificaciones se volvieron inservibles pero no por ello perdieron su belleza. Por eso desde Okdiario queremos ofrecerte una ruta por los pueblos amurallados más bonitos de España.
Urueña (Valladolid)
Si viajamos hasta las profundidades de la Castilla más antigua podremos encontrarnos con un pueblo establecido en un pequeño monte. Hablamos de Ureña, una pequeña localidad que se conoce por el nombre de «Villa del Libro de España». Una denominación que se ha ganado a pulso, ya que si das un paseo por sus empedradas calles podrás encontrarte con todo tipo de librerías de segunda mano. Eso sí, la parte que más destaca es su imponente muralla recientemente restaurada y acondicionada para los turistas.
Niebla (Huelva)
Andalucía también nos obsequia con uno de los pueblos amurallados más peculiares. Hablamos de Niebla, una localidad que presume de tener una de las murallas mejor conservadas de nuestro país. Dicha construcción se remonta al siglo XII y tiene una extensión de nada menos que cuarenta torres rectangulares.
Laguardia (La Rioja)
La fusión perfecta entre el buen vino y el encanto medieval. Así es como puede definirse Laguardia, una localidad de La Rioja que se ha convertido en el mejor lugar para pasar una temporada de calma lejos del estrés. Pasear por la grandeza de sus murallas al mismo tiempo que visitas la Torre Abacial se enmarca como un acto completamente recomendable. Sin olvidarnos de sus numerosas bodegas, algunas de ellas centenarias, que son todo un un espectáculo para la vista.
Peñíscola (Oropesa)
La costa mediterránea está repleta de preciosos destinos. Pero si lo que buscas es un viaje diferente en el que poder disfrutar e un castillo declarado monumento Histórico-Artístico, lo mejor que puedes hacer es asistir a Peñíscola. Una localidad en la que los Templarios asentaron algunas de sus edificaciones más importantes y donde el casco histórico amurallado se enmarca como uno de los lugares más destacados.