Fue española y todo el mundo habla de ella: la ciudad de Marruecos que es obligatorio visitar
Esta ciudad es un destino fascinante en Marruecos
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Marruecos, un país mágico y sorprendente alberga paisajes que van desde las montañas del Atlas hasta el desierto del Sáhara, alberga ciudades con medinas fascinantes, una naturaleza sorprendente y un rico patrimonio. El reino milenario de Marruecos tiene importantes ciudades con una profunda huella histórica. Las cuatro Ciudades Imperiales, Marrakech, Fez, Meknes y Rabat, son las capitales históricas del país y constituyen las ciudades más bonitas. Marrakech, la «Ciudad Roja», es conocida por su vibrante medina, el Palacio de la Bahía, la Mezquita Koutoubia y los Jardines de la Menara. Fez, la capital cultural, destaca por su medina Fez-el-Bali, la mezquita Al Karaouine y la madrasa Attarine.
Meknes, más tranquila, impresiona con la Puerta Bab el-Mansour y el mausoleo de Mulay Ismaíl. Rabat, la capital actual, combina antigüedad y modernidad con la Torre Hassan, el mausoleo de Mohammed V y la Kasbah de los Udayas. Casablanca alberga la majestuosa Mezquita de Hassan II, mientras que Tánger, en el estrecho de Gibraltar, es famosa por su Gran Mezquita, la medina y las Grutas de Hércules. El ksar de Ait Ben Haddou, escenario de películas, es una ciudad fortificada de adobe.
Sidi Ifni, una joya histórica
Aunque Marrakech, Casablanca y Tánger son las ciudades que más visitantes atraen en Marruecos, hay otra urbe que está ganando popularidad en el turismo internacional: Sidi Ifni. Situada a poco más de 170 kilómetros al sur de Agadir, esta localidad está bañada por el Atlántico y rodeada por el desierto, lo que la convierte en un destino único. Antiguo enclave español, Sidi Ifni ofrece una fascinante arquitectura colonial y extensas playas de arena dorada, proporcionando una experiencia diferente y enriquecedora para los turistas.
La historia de Sidi Ifni es interesante y compleja. El territorio fue otorgado a España por el sultán Mohamed IV tras los acuerdos de paz de 1860 que finalizaron la Guerra de África. Sin embargo, no fue hasta 1934, durante la II República, que Ifni se anexó formalmente a España. Con la independencia de Marruecos en 1956, el rey Mohamed V intentó unificar Sidi Ifni a su territorio, lo que desató la Guerra de Ifni. Después de años de conflicto, el 30 de junio de 1969, el gobierno español cedió el control de la zona a Marruecos, finalizando así su presencia en la región.
Lugares de interés
Al visitar Sidi Ifni, el legado español es evidente, especialmente en sus edificios emblemáticos. La Plaza de Hassan II, antes conocida como Plaza de España, aún conserva una fuente con azulejos de estilo andaluz. La iglesia de Santa Cruz ahora funciona como Palacio de Justicia, y el monumental Gobierno General es actualmente el Palacio Real. La arquitectura, con su encalado blanco y remates en azul intenso, añade un toque auténtico y cada vez más cuidado a la ciudad.
Uno de los principales atractivos de esta ciudad marroquí sus hermosas playas. Destaca especialmente la playa de Legzira, conocida por su impresionante arco de roca sobre la orilla, un monumento natural que parece desafiar la gravedad. Son playas muy tranquilas, perfectas para disfrutar del Atlántico en completa armonía.
Las ciudades más bonitas de Marruecos
Rabat, la vibrante capital, combina su ubicación costera con una rica herencia arquitectónica, destacándose la Kasbah de los Udayas y la Torre Hassan. Meknes, una antigua ciudad imperial, es ideal para los amantes de la historia con sus puertas monumentales y ruinas de Volubilis.
Fez, la capital cultural de Marruecos, destaca por su antigua medina, Fez-el-Bali, y sus históricas madrazas y curtidurías. Chaouen, con su característico color azul, ofrece un encantador descanso en sus cafeterías y teterías, además de atractivos como la plaza Outa El Hammam y el Museo Etnográfico.
Chaouen, conocida como la «Ciudad Azul», encanta con sus calles y casas pintadas de azul. Es ideal para disfrutar de las cafeterías locales, la plaza Outa El Hammam y el Museo Etnográfico.
Marrakech, conocida como una de las ciudades más bellas de Marruecos, es un destino imprescindible. Su plaza Jemaa el-Fnaa y la medina atraen a numerosos turistas, quienes disfrutan de la gastronomía y la artesanía local. Además, la icónica Mezquita Koutoubia y la Madrasa de Ben Youssef son visitas obligadas.
Agadir es un destino popular por sus playas y su clima mediterráneo. La ciudad ofrece una vibrante vida nocturna, así como actividades acuáticas y deportivas. La nueva medina y el puerto son lugares de interés.
Meknes, antigua ciudad imperial, es perfecta para los amantes de la historia con sus imponentes puertas, la ciudad de peregrinos de Moulay Idriss y las ruinas de Volubilis. En 1996, fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Finalmente, Casablanca, la ciudad más grande de Marruecos, es un centro comercial y de entretenimiento, conocido por su arquitectura mauresca, la Mezquita Hassan II y el famoso Rick’s Café. Cada ciudad ofrece una experiencia única, mostrando la diversidad y riqueza cultural de Marruecos.