Diversión «a lo bestia» en algunos pueblos de España
Después de repasar algunas de las fiestas más peculiares que se celebran en nuestra geografía en los meses de verano, no podemos dejar de hablar de otras prácticas que se ven en algunos pueblos. Podríamos tildarlas de diversión a lo bestia o simplemente de un modo diferente de hacer las cosas. Y es que, si nos dicen, ¿jugamos una partida de ajedrez? Pensamos en algo tranquilo, mental, sentados alrededor de una mesa mirando el tablero. Pero no siempre es el caso…
Diversión a lo bestia en Hinojosa
En la localidad de Hinojosa, Guadalajara, tienen otro concepto de ajedrez. Allí, una vez al año, lo practican con tractores (sí, tal cual). El tablero es una explanada de 25.000 metros cuadrados. Dos cosechadoras son los reyes y el resto son 30 tractores de varios tamaños pertenecientes a los agricultores de la zona. El evento, que se puede observar en la imagen superior, se celebró el pasado 20 de agosto. La intención, como cabía esperar, no es otra que se conozca la zona para evitar el declive demográfico.
Diversión a lo bestia en Los Molinos
En Los Molinos, población situada en la Sierra de Guadarrama, celebran el Brutathlon. Ya llevan cuatro ediciones de esta extraña competición que sonsiste en lanzamiento de bombonas de butano, lanzamiento de bovedilla, lanzamiento de tocón, arrastre de traviesa y volteamiento de una rueda de tractor. Este año incluirán también la competición de tirar de la soga.
La idea surgió entre amigos (no podía ser de otro modo) que pensaron que siempre se celebraban los mismos juegos: el mus y cosas por el estilo. Así que propusieron unos campeonatos de fuerza bruta. En ellos gana el que tiene más puntuación combinando todas las categorías. Eso sí, los organizadores tranquilizan a la gente con lo de la prueba del lanzamiento de la bombona de butano. Dicen que está todo supervisado por Protección Civil.
Diversión a lo bestia en Caspe
En Caspe, Zaragoza, se celebra la “calzoncillada”, una carrera que no hace falta decir en qué consiste. A ella se une el lanzamiento de piñuelo, un juego en el que se lanza con la boca un hueso de aceituna. Para esto también hay un récord mundial que se encuentra en 11 metros.