Los destinos en los que las mujeres tienen prohibido el acceso
En tiempos pasados, las mujeres se definían como una persona de inferiores cualidades a la que se trataba poco mejor que a un animal. Una ideología, que después de muchos años de lucha, ha ido cambiando en la mayor parte del mundo. La lucha incansable de las mujeres en la búsqueda del feminismo y el avance de la sociedad hacia unos valores de igualdad ha conseguido que esta situación se haya convertido en un mal recuerdo de los tiempos pasados.
Aunque es necesario destacar que aún queda mucho camino por recorrer en la camino por la igualdad, ya que las mujeres siguen siendo despreciadas de forma incomprensible en algunos países. La enorme carga religiosa, así como el peso de las tradiciones machistas, genera que en algunas regiones del mundo se le prohíba el paso a las mujeres. Una práctica tan incomprensible como retrógrada. Por eso hemos querido hacer una necesaria lista con los destinos en los que el sexo femenino no tiene acceso en la actualidad. Un enclaves turísticos que esperemos que algún se conviertan en un espacio del que disfrutar en conjunto, sin diferencias de sexo.
Okunoshima (Japón)
La religión sintoísta tiene una de sus bases en la isla japonesa de Okunoshima. Un destino utilizado como lugar de culto a los dioses del mar en el que poder encontrar todo tipo de ofrendas. En su interior podemos encontrarnos con el famoso Santuario Munakata Taisha, un lugar sagrado que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. La única pega que tiene y que desmerece por completo tales bellezas es la prohibición del paso de las mujeres a través de sus puertas. Los únicos que han podido disfrutar en directo de sus altos muros cada 27 de mayo es un grupo de 200 hombres elegidos de forma previa.
Monte Athos (Grecia)
Parece una broma que en la actualidad un país como Grecia siga manteniendo tales costumbres pero en el Monte Athos solo pueden entrar animales y personas de género masculino. Un lugar dirigido por los monjes ortodoxos que data del año 963 en el que solo pueden pisar 120 turistas cada día. También existe una carga racista en todo esto, ya que solo 10 de los invitados pueden ser extranjeros, el resto tienen que ser habitantes de la zona. Sin olvidarnos de que los visitantes tienen que procesar la fe cristiana, no llevar ningún tipo de aparato moderno consigo y tienen que adaptarse a la vida de los monjes durante la única noche que pasarán bajo sus muros.
Templo de Ayyappan (India)
Definido como uno de los lugares de peregrinación más conocidos del mundo, el Templo de Ayyappan es un lugar de culto al que solo pueden acceder hombres. Las costumbres de la religión musulmana impiden el paso de la mujer desde los diez a los 50 años de edad. Basan sus razones en que en esa etapa de la vida la mujer tiene la capacidad de menstruar, un aspecto que considera una ofensa hacia su propio Dios. Una auténtica pena, ya que el templo es una verdadera maravilla en la que los tonos dorados se mezclan con la típica fachada blanca de las construcciones típicas de la India.
Montaña Omine (Japón)
Japón y sus férreas costumbres vuelven a aparecer en nuestra lista por medio de la Montaña Omine. Un emplazamiento que forma parte de los Sitios sagrados de los Montes Kii que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2004. Los templos se cerraron a las mujeres hace más de 1.000 años para convertirse en auténticos campos de entrenamiento del Shugendo. Una religión japonesa que busca la iluminación de cuerpo y alma. Sin embargo, hubo una excepción en los años 60 cuando se abrieron las puertas del templo Ryusen-ji con la finalidad de que las mujeres acudieran a peregrinar entre los meses de mayo y septiembre.