La costa que más tesoros esconde: las playas perdidas más espectaculares de Portugal

Más allá del Tajo, en la vasta región del Alentejo, se extiende una costa que destaca por sus playas vírgenes y paisajes impresionantes. Desde Odeceixe, en el límite con el Algarve, hasta el estuario del Sado, cerca de Lisboa, la costa alentejana ofrece una combinación única de arenales salvajes, dunas y arrozales. En esta zona protegida por el Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina, se encuentran playas con bandera azul y rincones escondidos que atraen tanto a surfistas como a quienes buscan tranquilidad. Destacan Porto Covo con sus playas como Praia Grande y Praia dos Buizinhos, Zambujeira do Mar con su ambiente natural y playas como Alteirinhos, y la extensa y elegante playa de Melides.

Comporta y Troia son igualmente reconocidas por sus amplias playas . Comporta, con su playa de 60 kilómetros y su Reserva Natural do Estuário do Sado, es ideal para los amantes del surf. Troia, accesible por ferry desde Setúbal, ofrece playas como Tróia-Mar y Tróia-Galé, y es conocida por sus dunas y arena fina. Por su parte, Vila Nova de Milfontes, en la desembocadura del río Mira, alberga lugares de interés como el fuerte de San Clemente y el barco encallado Klemens. Esta región, famosa por su belleza natural y tranquilidad, se ha convertido en un destino preferido por celebridades y visitantes en busca de un refugio auténtico.

Las mejores playa de Alentejo

Al sur de Lisboa se extiende Alentejo, una región costera que combina playas extensas con un ambiente refrescante gracias a la brisa del Atlántico. Esta zona, ideal para disfrutar durante el verano, se caracteriza por su belleza natural y su poca intervención urbanística, en gran parte debido a la protección del Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina.

Entre los destinos destacados se encuentra Alteirinhos, al sur de Zambujeira do Mar, tal y como recoge National Geographic. Esta playa, situada en el Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina en el concejo de Odemira, se caracteriza por su arena fina y dorada y está resguardada del viento por acantilados.

Otro lugar destacado es Porto Covo, un pintoresco pueblo de pescadores con casas encaladas que contrastan con el azul profundo del océano. Este enclave es la entrada norte al Parque Natural y cuenta con varias playas notables, como la Praia Grande y la Praia dos Buizinhos, así como la playa del islote de Pessegueiro, que alberga los restos de una fortaleza del siglo XVI.

La playa de Samoqueira, ubicada al norte de Porto Covo, sorprende por su aspecto salvaje a pesar de su fácil acceso. En esta playa, los visitantes pueden explorar grutas formadas en las rocas, piscinas naturales creadas durante la bajamar y una cascada.

La playa de Vila Nova de Milfontes, por su parte, es esencial en cualquier recorrido por la costa alentejana. Esta localidad, que se encuentra en la desembocadura del río Mira, combina playas con características tanto fluviales como oceánicas, como la Praia das Furnas y la Praia do Malhão, la cual destaca por sus dunas y acantilados.

Almograve es otro destino destacado, con una extensa playa de arena dorada situada a solo 500 metros de la localidad. Esta playa se caracteriza por su longitud, divisada en Norte y Sur, y sus piscinas naturales formadas con la marea baja. Finalmente, las playas de Espingardeiro y del Salto, al norte de Porto Covo, son perfectas para quienes buscan tranquilidad y soledad.

Los pueblos más bonitos de la región

Este territorio ofrece una rica herencia histórica con castillos, murallas y monumentos neolíticos, así como una impresionante belleza natural. Siete de sus pueblos destacan por su encanto y atractivo, comenzando con Évora, cuya ciudad vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es famosa por su templo romano dedicado a Diana y la peculiar Capela dos Ossos, construida con huesos humanos.

Elvas es conocido por su impresionante sistema de fortificaciones y su acueducto de Amoreira, el más largo de la Península Ibérica. Su casco histórico y fortificaciones, también declarados Patrimonio de la Humanidad, son visitas imprescindibles en esta localidad.

Monsaraz, con sus casas encaladas y su muralla medieval, ofrece unas vistas panorámicas increíbles desde su castillo, así como la oportunidad para navegar por el lago Alqueva en barcos-casa. Estremoz destaca por su arquitectura de mármol, y es famoso por ser un importante productor de este material.

Marvao, situado en la Sierra de Sao Mamede, cuenta con un castillo desde el que se pueden disfrutar vistas panorámicas del Alentejo. Castelo de Vide, conocido por su densa vegetación y el bien conservado barrio judío, es apodado «la Sintra de Alentejo». Finalmente, Vila Nova de Mil Fontes, en la desembocadura del río Mira, combina playas de arena dorada con un encantador centro histórico y una fortaleza construida para protegerse de los ataques piratas.

Éste vibrante destino costero es perfecto tanto para disfrutar del sol como para descubrir su rica herencia cultural.