Ruben Östlund cree que los premios otorgan «presión» e «inseguridad» a los cineastas
El realizador sueco es uno de los directores más galardonados en circuitos como Cannes.
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La relación de los grandes cineastas con los premios que otorga la industria es casi tan compleja como algunas decisiones históricas que estos certámenes han tenido con ciertos autores. Recordemos por ejemplo que figuras de la talla de Alfred Hitchcock, Orson Welles, David Fincher o Paul Thomas Anderson no tienen un Oscar a la Mejor dirección. O que en el caso de Martin Scorsese, se hayan tenido que dar 10 nominaciones por parte de la Academia para obtener únicamente una estatuilla. A algunos de estos narradores no les importa demasiado el reconocimiento y de hecho, figuras clave en el celuloide como Woody Allen siempre han despreciado bastante los galardones artísticos. Otros en cambio como Christopher Nolan terminan un tanto obsesionados hasta conseguirlo. El último en hablar sobre la relevancia estas validaciones artísticas ha sido precisamente, el galardonado Ruben Östlund. El realizador sueco cree que lo único que ofrecen los grandes premios es crear una inseguridad y presión añadida para los directores.
Siempre polémico e incluso a veces un tanto absurdo en sus declaraciones, Östlund no puede evitar dejar titulares llamativos. Pero ahora, dentro de lo absurdo que podría resultar el quejarse por ganar premios, el realizador ha querido reflexionar sobre cómo el honor de «tocar el oro» puede llegar a afectar al desarrollo y proceso de la creación artística, dentro de la realización cinematográfica. Sin embargo, en vez de centrarse en los trofeos norteamericanos, el de Styrsö quiso enfocar la problemática centrándose en el certamen que más alegrías y reconocimientos le ha otorgado a su obra: el Festival de Cine de Cannes. Los premios europeos más famosos e importantes del mundo son bastante antagónicos en su materia prima respecto a los Oscar, pues el festival de la Croisette tiene en cuenta un lado más autoral y artístico y no tanto la comercialidad de los filmes. La aproximación a la definición de esa presión de la que habla el director, ha surgido directamente cuando en su última entrevista le han preguntado por la confianza o la inseguridad que otorgan estas consideraciones artísticas.
Ruben Östlund: «inseguridad» y premios
Con una vitrina llena de reconocimientos y con un particular odio por parte de un sector de la crítica que no soporta sus sátiras, Ruben Östlund admite que se volvió un director mucho más inseguro después de ganar su primera Palma de oro en Cannes por The Square en 2017. Un premio que volvería a llevarse en 2022 por El triángulo de la tristeza. Aparte de esto, el autor ya había llamado la atención en el cine Europeo tres años antes con Fuerza mayor.
«Yo diría que te hace sentir más inseguro. Para mi fue así al cien por cien. Ganar una Palma de Oro me supuso más presión, pero ganar dos Palmas de Oro me quitó mucha presión porque eso significa que no soy un ídolo de un solo éxito. Pero también necesito presión para rendir», comenzaba explicando. En cierta manera, Östlund cree que esa presión forma parte de su trabajo y como tal, es necesaria para la parte de la creación, generando una confianza vital para poder seguir construyendo nuevas historias.
«Para mí, el objetivo es crear un listón que se vaya elevando y fijar una meta. Creo que mucha gente me considera arrogante en cierto modo, pero para mí, lo digo porque creo que es algo que me permite impulsar algo», le señalaba el director de Involuntario a la revista Interview. Inmediatamente después, definió esa autoexigencia y listón como una fórmula clave para desarrollar «la verdadera confianza creativa»: «La capacidad de lograr algo, trabajar en largometrajes, viajar por el mundo y conocer gente también desarrollaron la confianza en mí mismo. Así eu trata de ganar confianza en una profesión y, a través de eso, experimentar el mundo y estar en diferentes situaciones sociales que te hacen más seguro».
Próximo objetivo: otra Palma de Oro
Con ese ambicioso enfoque, Ruben Östlund terminó explicando que el objetivo de su próxima película no es otro que el de ganar de nuevo la Palma de Oro. En ese caso, sería la primera vez en la historia que un cineasta gane tres Palmas de oro.
El próximo proyecto del director será The Entertainment System Is Down. Un film producido por A24 que tendrá como protagonistas a Keanu Reeves, Kirsten Dunst y Daniel Brühl. Hablando de este filme, Östlund ya ha advertido que habrá abandonos masivos cuando se estrene próximamente en Cannes. The Entertainment System Is Down narrará como el servicio de entretenimiento interno de un vuelo de larga duración deja de funcionar, satirizando como un espejo social como nos hemos vuelto esclavos del entretenimiento.