Christopher Nolan no quiere nada con Warner Bros: ni siquiera les ha dejado leer su nuevo guion
El cineasta no echa de menos al estudio que lo vio crecer como realizador.
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Hace algunos días supimos que Christopher Nolan prepara ya su nueva película. Una historia de la que de momento sabemos entre muy poco y nada sobre su temática, pero que en cambio sí que conocemos a dos de sus principales socios. El primero de ellos Matt Damon, actor con el que ya colaboró en Interstellar y su última cinta, Oppenheimer. El segundo, una nueva aliada en la que ya ha puesto su total confianza: la Universal Pictures. Tanto es así que el autor británico ni siquiera se ha planteado regresar a Warner Bros, su anterior hogar fílmico en el que construyó una trayectoria intachable.
En el verano de 2023, dentro de la ex major del director se creó un «runrún» donde varias voces expresaban abiertamente el error que había supuesto dejar escapar a Christopher Nolan. De hecho, esto no era algo que se dijese con la boca pequeña. Los dos directores ejecutivos de la compañía, Mike de Luca y Pam Abdy, contaron que creían que existía una posibilidad de recuperar a Nolan para el grupo. No obstante, ahora hemos podido saber que el responsable de la trilogía de El caballero oscuro ni siquiera le ha dado el permiso a Warner de leer su último guion. Otorgándole ese privilegio a la mandamás de Universal, Donna Langley. Y eso que tanto de Luca como Abdy tuvieron varios gestos de reconciliación, entre los que se encontraban nuevas concesiones y poder creativo, aparte de un cheque con regalías derivadas de su último estreno conjunto, Tenet.
El desplante de Christopher Nolan
Para entender el desplante de Christopher Nolan a una de las mayores empresas cinematográficas del mundo, debemos remontarnos a la época de la pandemia. En aquel momento y a diferencia de sus principales competidoras, la Warner Bros apostó por el estreno simultáneo de sus producciones en cines y en su plataforma HBO Max (ahora llamada simplemente Max). El resultado, como era de esperar y como ya habían comprobado las otras productoras que habían empleado dicha estrategia, supuso un desastre mayúsculo, condenando la exhibición en cines de títulos como El escuadrón suicida. A Nolan no le gustó nada el comportamiento de la que había sido la casa de su blockbusters y pronto, le exigió a la marca unos correspondientes privilegios que una Warner en pleno periodo de transformación no quiso asimilar. Defensor absoluto de la experiencia cinematográfica, la ruptura ideológica sobre cómo concebir la distribución del nuevo paradigma del consumo audiovisual fue un detonante clave entre ambos, a pesar del arrepentimiento que después mostrarían desde la multinacional.
Quien supo ver la oportunidad y le ofreció las llaves creativas de su firma fue Universal Pictures, a través de un contrato lleno de exigencias y con una exclusividad en salas nunca antes vista. Seguramente, al director tampoco le haría nada de gracia que Warner pusiera Barbie en la misma fecha que el estreno de Oppenheimer. Aunque probablemente el efecto conjunto de las dos como reclamo aupó todavía más su biopic sobre la creación de la bomba atómica. La cinta protagonizada por Cillian Murphy logró 954 millones de dólares y se llevó siete premios Oscar, incluido el de Mejor película y el de Mejor director para Nolan, después de varios desplantes por parte de la Academia. Una victoria final sobre Barbie, la cual fue un taquillazo mayor, pero palideció de cara a las consideraciones de la alfombra roja.
Una relación llena de éxitos
Antes de permitirle ponerse al frente de la IP de Batman, Warner Bros le propuso a Christopher Nolan dirigir el encargo de Insomnio, remake del homónimo filme noruego. Tras pasar la prueba con nota, el cineasta puso de moda el cine de superhéroes, demostrando que se podía lograr una gran taquilla y repercusión crítica con el género.
Pero por supuesto, su asociación derivo en la ejecución de otras grandes producciones como Origen, Interstellar o Dunkerque. De hecho, el conjunto de estos proyectos le supuso a las arcas de Warner un total de 2.120 millones de dólares. Incluso la malograda Tenet reunió un total de 365 millones en una salas marcadas por las restricciones pandémicas. Así, parece normal que desde Warner se arrepientan bastante de haber perdido a Nolan como socio y con ello, se puede explicar más fácilmente los acuerdos a los que ha llegado la productora en el último año con Margot Robbie, Tom Cruise y Timotheé Chalamet. ¿Volverán Christopher Nolan y Warner a ser socios en un futuro cercano o se trata de un adiós definitivo?