aplicaciones

Todo lo que el modo incógnito hace por tu privacidad (y lo que no)

modo incógnito
Nacho Grosso
  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Seguro que conoces ese iconito con gafas oscuras que aparece al activar el modo incógnito o navegación privada en muchos navegadores. Algunos lo ven como una especie de capa de invisibilidad a lo Harry Potter, y otros lo usan casi por rutina sin tener muy claro lo que implica. A mí me pasa constantemente cuando explico a familiares que no, que no están navegando de forma anónima en internet solo por usar esa pestaña especial. Pero tampoco hay que despreciarlo: el modo incógnito tiene su utilidad si sabes qué esperar y qué no.

Para qué sirve realmente el modo incógnito

Vamos a empezar por lo básico, cuando abres una ventana en modo incógnito, tu navegador no guarda el historial de navegación, ni las cookies que se generen durante esa sesión, ni los formularios que rellenes. Es decir, cuando la cierres, se olvida de todo. Esto lo convierte en una herramienta útil para:

  • Navegar desde un dispositivo compartido sin dejar rastro.

  • Iniciar sesión en una segunda cuenta sin cerrar la principal.

  • Consultar una web sin que afecte a tus recomendaciones o resultados, por ejemplo, búsquedas en Google, o precios en tiendas online.

También es muy útil para evitar que otros vean lo que has hecho en un mismo dispositivo. Por ejemplo, si estás mirando un regalo, reservando un viaje o haciendo una búsqueda que no quieres que aparezca en el historial.

Lo que no hace aunque no te lo creas

Ahora bien, el modo incógnito no te hace anónimo en internet. Tu proveedor de internet puede seguir viendo lo que haces. Las páginas que visitas también saben que has estado allí, especialmente si inicias sesión. Si descargas algo, se queda en tu equipo. Y si accedes a una red del trabajo o la universidad, probablemente también estén registrando tu actividad.

Tampoco evita que te rastreen completamente. Aunque borre cookies al cerrar, durante la sesión actual muchos trackers siguen funcionando. Además, hay técnicas como el fingerprinting que pueden identificar tu navegador incluso en incógnito.

Y sí, si tienes malware instalado o extensiones poco fiables activas también en incógnito, tu privacidad está en riesgo igualmente. Porque no se trata de una sesión “segura”, sino simplemente temporal y aislada.

Casos útiles que sí te pueden interesar

Hay escenarios cotidianos donde el modo incógnito marca la diferencia. Uno muy habitual es la de acceder a cuentas diferentes en Gmail o redes sociales sin cerrar tu sesión habitual.

También sirve para comprobar cómo se comporta una web sin historial ni personalización previa. Esto lo uso mucho en mi trabajo cuando quiero ver cómo carga una página limpia, como si la visitara por primera vez.

En tiendas online, algunos usuarios lo usan para intentar encontrar mejores precios o evitar subidas por comportamiento de compra. No siempre funciona, pero en ciertos casos evita que una web sepa que ya visitaste ese producto varias veces.

Consejos si quieres más privacidad de verdad

Si estás buscando algo más parecido al anonimato real, el modo incógnito se queda corto. Para eso, puedes plantearte estas opciones:

  • Usar navegadores centrados en privacidad como Brave o Tor.

  • Navegar con una VPN fiable que oculte tu IP y cifre tu tráfico.

  • Bloquear rastreadores con extensiones como uBlock Origin o Privacy Badger.

  • No iniciar sesión en ningún sitio si quieres pasar desapercibido.

Pero para la mayoría de usos cotidianos, como evitar que tus hijos vean qué buscaste o separar cuentas personales y laborales, el modo incógnito cumple perfectamente su función. Solo hay que dejar de idealizarlo como un escudo impenetrable y entenderlo como lo que es, una forma rápida de no dejar rastro… en tu navegador. Lo demás, sigue ahí.

Lo último en Tecnología

Últimas noticias