Mecanofilia, la atracción sexual por las máquinas y gadgets

La agalmatofilia (atracción por los maniquís), la salirofilia (disfrutar de tener sexo con una persona desaliñada) o la claustrofilia (excitarse por estar en espacios reducidos) son, sin lugar a dudas, unas de las parafilias sexuales más singulares que existen. No obstante, dentro del conjunto de más de 120 que se han conseguido establecer, hay una muy peculiar que está en relación con la tecnología. Nos estamos refiriendo a la mecanofilia.

¿Qué es?

Quienes sufren de mecanofilia son personas que se sienten atraídas de manera irremediable por cualquier tipo de máquina, electrodoméstico, aparato electrónico e incluso gadgets de cualquier clase. No pueden evitar excitarse sexualmente con esos dispositivos, sean cuales sean.

Datos de interés

Una vez que hemos conocido qué significa la parafilia, se hace necesario descubrirla más a fondo. De esta manera, nos resultan singulares datos como estos:

• Las personas con mecanofilia sienten auténtico placer con cualquier máquina en sí. Normalmente suele ser con coches o con motocicletas. No obstante, hay quienes lo experimentan con gadgets y wearables como un teléfono móvil, una videoconsola, una batidora e incluso una tostadora.

• Esa obsesión por las máquinas no significan que disfruten practicando sexo, por ejemplo, dentro de un automóvil sino que gocen teniéndolo con este.

• Los expertos en sexología coinciden en subrayar que esta “pasión desenfrenada por las máquinas” está asociada a un indudable exhibicionismo. No obstante, de la misma manera, coinciden en subrayar que también hay un claro elemento de sumisión y dominación, al mismo tiempo.

Casos en el mundo

La verdad es que hasta el momento, pocos son los casos de personas con mecanofilia que se han dado a conocer abiertamente. No obstante, en los últimos años sí se ha hecho público uno: el de Edward Smith. Este es un hombre británico que se ha convertido en el primero que reconoce de manera clara la atracción sexual que siente, en concreto, por los coches:

• No ha dudado en afirmar que ha tenido como pareja humana una sola mujer mientras que el resto de sus relaciones han sido con coches. Así, ha manifestado que, a lo largo de su vida, ha tenido sexo con más de mil coches diferentes.

• Hasta tal punto llega su parafilia que incluso la BBC le ha realizado un documental donde se puede ver su día a día y escuchar su versión de la mencionada atracción sexual que experimenta hacia los automóviles.

• Su última novia es un Volkswagen Beetle, a la que ha dado en llamar Vanilla. No obstante, reconoce que no puede evitar serle “infiel”, si ve en la calle algún coche estacionado que “le pone”.

• Edward ha afirmado que comenzó a practicar sexo con coches a los 15 años y que, desde entonces, no ha podido evitar seguir haciéndolo.

• De la misma manera, ha reconocido que no es la única persona a la que le pasa esto. Así, dice que participa de forma activa en un foro donde más de quinientos individuos comparten la misma apetencia sexual.