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El botón que Steve Jobs no quería: así nació el icónico “Home” del iPhone

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Fuente: Getty
Nacho Grosso
  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

La llegada del iPhone se caracterizó desde un primer momento por no tener ningún tipo de botón físico, a excepción del Home. Esta pieza se convirtió en una imprescindible durante bastantes años, y esta es la historia de cómo se gestó y todo lo que la compañía tuvo que luchar entre los deseos de Jobs y de los ingenieros.

iPhone sin botones: una quimera

A mediados de los 2000, mientras Apple gestaba en secreto el proyecto “Purple”, Steve Jobs tenía una idea clara en la cabeza, el iPhone debía ser diferente a todo lo conocido. No más teclados físicos ni botones innecesarios. Solo una gran pantalla que se tocara y respondiera como una hoja mágica. Su obsesión por la limpieza visual y la simplicidad no era nueva, pero esta vez iba más lejos que nunca.

Lo que parecía una genialidad desde el punto de vista estético, generaba dudas técnicas. Los ingenieros temían que un dispositivo sin botones físicos resultara confuso. El público estaba acostumbrado a pulsar, no a deslizar. Y si la pantalla fallaba, ¿cómo se volvería a la pantalla principal? Hay que tener en cuenta que estamos en los primeros años del nuevo milenio, donde no se concebía algo que fuese sin este tipo de botones.

29 junio

El compromiso fue de un solo botón

Tras muchas discusiones internas, algunas bastante tensas dado el carácter del jefe de la compañía y siempre según fuentes cercanas, el equipo llegó a un compromiso, habría un único botón frontal. Sería redondo, sencillo y reconocible. Así nació el botón “Home”, una puerta de salida para cualquier situación, y la pieza clave de navegación durante más de diez años.

A pesar de su simplicidad, el botón fue una solución brillante y que nos acompañó 2017. El botón calmaba las preocupaciones sobre la usabilidad a la vez que reforzaba la identidad del iPhone: un dispositivo elegante, accesible y pensado para todos.

Como decíamos, con el lanzamiento del iPhone X en 2017, Apple eliminó por fin el botón “Home”. La pantalla ocupaba todo el frontal, y la navegación se hacía mediante gestos. Lo que Jobs había imaginado en 2006 se hizo realidad… una década más tarde, cuando la tecnología estuvo preparada para seguirle el ritmo.

El nuevo iPhone X sin botones.

El botón que no iba a ser

Lo más curioso es que, en un principio, Steve Jobs no quería un solo botón, sino dos. Según ha contado Imran Chaudhri, uno de los diseñadores clave del iPhone original, Jobs pensaba que debía haber también un botón de retroceso, como en muchos móviles de la época. Le preocupaba que los usuarios se sintieran perdidos dentro de las apps sin una forma clara de “volver atrás”.

Pero Chaudhri tenía otra visión. Defendía que un único botón central, que siempre llevara al usuario a la pantalla de inicio, sería mucho más intuitivo. Un gesto simple, confiable. “Volver al principio” con una sola pulsación. Esa idea, tan minimalista como poderosa, terminó convenciendo a Jobs… aunque no sin antes dar lugar a intensas discusiones internas.

Aquella decisión marcó la diferencia. El botón Home se convirtió en un símbolo del iPhone. Y, en cierto modo, también en un símbolo del equilibrio entre la visión radical de Jobs y el criterio colectivo de un equipo que supo desafiarlo cuando hacía falta. A veces, el mejor diseño no es el que uno imagina primero, sino el que se consigue tras escuchar, discutir… y ceder.

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