Cómo nació el iPhone: historia del móvil que lo cambió todo
Ya lleva 14 años con nosotros y sigue siendo el smartphone de referencia
¿Mac mini o GEEKOM? La elección más sensata en mini PCs puede sorprenderte
La IA en el trabajo y el debate que divide a líderes y empleados
En enero se cumplieron 14 años del nacimiento del iPhone. Porque un 9 de enero de 2007, un entusiasmado Steve Jobs daba a presentar lo que las mentes más brillantes de Apple habían estado preparando en Cupertino. Se daba a conocer al mundo un dispositivo, que tomando como base un teléfono, permitía hacer muchas cosas más. Y todo en la palma de la mano.
Sería la primera y no la última vez que Apple lograba acaparar la atención del mundo con sus dispositivos. Porque se puede decir que aquel 9 de enero de 2007, todo cambió. De hecho, el iPhone, o ese en concreto, fue el teléfono en el que el resto de marcas comenzaron a mirarse. Y el resto, ya lo sabemos, es historia.
El iPhone, un nuevo concepto
El iPhone llevaba algunos años cocinándose a fuego lento. Por aquellos años, el mundo de la telefonía seguía dominado por fabricantes como la finlandesa Nokia o Sony Ericsson. Android no existía, y Symbian era el sistema operativo móvil predominante.
El excéntrico Jobs quería que su dispositivo fuera capaz de bastantes cosas y que no tuviese un tamaño grande. De hecho, su pantalla de 3,5 pulgadas ha sido la más pequeña que ha tenido un iPhone jamás, aunque hubo de esperar hasta el iPhone 4 (2010), para que hubiera un aumento. Además era capaz de hacer fotos, lo del video ya vendría más adelante.
Por aquel entonces, todos los teléfonos tenían teclado fisico. Pero Jobs fue capaz de sacarse de la manga un teléfono cuyo teclado era virtual y estaba en la pantalla. Algo increíble y hasta dífícil de imaginar, ya que las pantallas por aquel entonces, al menos en un teléfono, no eran táctiles.
La batalla de Jobs con el resto de su equipo fue a cara de perro. Algunas de las ideas del bueno de Steve eran un mero disparate para los ingenieros. Finalmente, se pudo llegar a un consenso y conseguir que la idea de Jobs fuese una realidad, una especie de 3 en 1. Tal y como comentaba, «un iPod de pantalla ancha con controles táctiles, un teléfono móvil novedoso y un dispositivo de comunicaciones por Internet revolucionario». Y vaya que lo fue.
Porque el iPhone, así a secas, cumplía con esos requisitos, tales como reproducir películas, poder escuchar un podcast, enviar un SMS, o proporcionar unos mapas en los que ubicarse. Algo que hasta el momento ningún otro fabricante había sido capaz de hacer.
La presentación del iPhone, cogida con pinzas
La presentación del iPhone fue memorable, de hecho puedes verla aquí completa y sin cortes, pero años más tarde se supo que lo que sucedió en el auditorio fue más o menos un milagro. La razón es my simple, el iPhone estaba todavía en fase de desarrollo y poseía muchos fallos, tantos que el dispositivo se colgaba bastantes veces al iniciar una aplicación. Para poner peor las cosas, los asistentes a esa keynote iban a estar conectados a las redes del auditorio para transmitir sus crónicas. La sobrecarga era una serpiente que acechaba, cabe recordar que estábamos en 2007.
Desde Apple se tomaron varias decisiones. La primera, fue pedir a la operadora de telefonía AT&T que instalase cerca una antena para uso privado de Jobs durante la presentación. Así se aseguraba un ancho de banda en condiciones.
Por otro lado, durante toda la presentación y daba la impresión de que Steve Jobs manejaba un solo dispositivo. Pero un guión minuciosamente preparado y una buena secuencia de planos y cámaras, acompañada de más por el uso de varios prototipos de iPhone, hizo que diera la impresión de que lo que se usaba era solamente uno. Y de hecho funcionó, porque si hemos conocido este hecho es gracias a los propios empleados de Apple que le hicieron público años más tarde. Cada iPhone estaba preparado para realizar una función en concreto, de hecho se hizo así para que hubiera esa sensación de continuidad.
Las reacciones no se hicieron esperar por parte de la crítica especializada, aunque hubo que esperar hasta junio para que fuese puesto a la venta en Estados Unidos, con capacidades de 4 y 8 GB. Este dispositivo no se vendió en España, hubo que esperar a la siguiente generación para poderlo conseguir a través de Telefónica. Ocurrió durante el verano del año 2008, y como no podía ser de otra manera, fue un auténtico éxito. Era el iPhone 3G, que presentaba la novedad de tener tienda de aplicaciones, la Apple Store.
Pero existen muchísimo motivos para amar ese iPhone. Su diseño espectacular, con una trasera que combinaba el aluminio y una parte en plástico negro. Quienes tuvimos la suerte de tener uno, comprado en Estados Unidos, dimos fe de que se trataba de un dispositivo único. A día de hoy, los pocos que quedan precintados, se cotizan en miles de dólares.
Y a pesar de que ya han pasado 14 años del nacimiento del iPhone, cada nueva presentación sigue generando una enorme expectación en torno a él. El iPhone es el teléfono más seguido he imitado del mundo, y también el más odiado, pero de lo que no cabe duda es que llegó en un momento decisivo y consiguió cambiar el concepto de teléfono tal y como lo teníamos.