La Policía busca a los autores de un brutal asalto en plena escalada de la violencia callejera en Canarias

El centro urbano de Las Palmas de Gran Canaria fue escenario el pasado día 5 de febrero de una brutal agresión que bien podía haberle costado la vida a un vecino de la ciudad. Varias cámaras de seguridad fueron testigo de cómo dos hombres se cebaron violentamente contra un tercero para robarle sus pertenencias. Ahora este periódico difunde en exclusiva esas imágenes con la esperanza de que algún testigo pueda ayudar a los investigadores en la localización de los dos desconocidos que casi matan a un hombre a apenas dos minutos a pie de la Jefatura de Policía de Las Palmas. Es el último episodio de una ola de violencia en Canarias.

Las imágenes a las que ha tenido acceso a este periódico registran diferentes ángulos de un mismo hecho que se resume en el accidentado regresado de un vecino a su casa después en las primeras horas de la madrugada del sábado 5 de febrero. Pero para la Policía esta historia arranca de una manera bien distinta. Un autobús urbano transita cera de la avenida Juan XXIII de Las Palmas cuando tras hacer una parada varios pasajeros bajan alarmados porque en la acera hay un hombre que está sangrando abundantemente en la acera. La cercanía de la jefatura hace que la primera patrulla de Policía llegue en cuestión de minutos.

Los agentes se encontraron con un hombre gravemente herido en una pierna que apenas era consciente de lo que acababa de suceder, alarmados por la posible gravedad de sus heridas se dieron cuenta de que el hombre había sido apuñalado en una de sus piernas y que la herida podía revestir mucha gravedad. Lo que los agentes no podían imaginar era lo que había detrás de esa violenta agresión.

Como ninguna persona había presenciado los hechos, a esa hora las calles del centro de Las Palmas estaban desiertas, los agentes se dedicaron a atender al herido haciéndole un torniquete hasta la llegada de los servicios sanitarios. Ese es otro de los vídeos que obran en poder de este periódico y en el que se puede apreciar, no sólo la pericia, sino la urgencia de una maniobra que puede haber salvado la vida al ciudadano agredido.

Las cámaras son claves

Una vez asegurado el herido, los agentes de Policía se desplegaron por los alrededores a la búsqueda de pruebas que pudieran identificar a los autores de la agresión o al menos esclarecer las circunstancias en las que se había producido ya que el herido apenas podía aportar información concreta. De hecho, en las imágenes conseguidas por OKDIARIO, también puede apreciarse cómo varios agentes, linterna en mano, inspeccionan la zona en busca de pruebas. Sin embargo, en ese momento, los agentes no sabían que la única pista fiable que iban a obtener se las iba a dar precisamente una de las cámaras que los estaba grabando. Una vez que la Policía obtuvo las grabaciones de esa madrugada descubrieron que al menos una de esas cámaras sí grabó parte de la violenta agresión. En la secuencia puede observarse cómo dos hombres se acercan a la víctima y en un momento dado se desata la violencia contra él.

Hay un episodio en la imagen que desconcierta a los investigadores. La víctima se encontraba ya antes de ser atacado en un estado que le impedía defenderse de cualquier agresión, así que ¿a qué venía tanta violencia contra el hombre? Una vez repasado el vídeo y comparado con lo poco que aportó la víctima la Policía concluyó que lo único que le querían robar era el reloj de pulsera.

De hecho, en la imagen, tras ampliarla, se aprecia cómo con el hombre ya en suelo uno de sus agresores le sujeta del brazo y hace intentos de tirar de él con fuerza en un gesto que delata precisamente su intención de quitarle el reloj. La dificultad, porque la víctima ni siquiera muestra oposición, frustra a los atracadores, quienes acaban pateando y apuñalando al hombre antes de darse a la fuga.

Fuentes policiales reconocen a OKDIARIO la dificultad que entraña cazar a estos dos delincuentes, por lo que si alguien tuviera algún dato de aquella noche sería de enorme utilidad. Al tiempo las mismas fuentes reconocen a este periódico que las islas están sufriendo momentos de especial violencia, tal y como se apreció en la reyerta multitudinaria de hace unos días en Tenerife u otra igual de violenta en las instalaciones de la antigua comisaría de Las Palmas ya abandonada y que durante mucho tiempo se ha visto okupada por personas que han acabado protagonizando grandes peleas denunciadas por los vecinos.