El jurado popular declara a Ana Julia culpable de asesinato con alevosía
El tribunal de la Audiencia Provincial de Almería le notificará su condena en las próximas horas. Es la primera mujer que se enfrenta a la prisión permanente revisable en España.
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La asesina confesa del pequeño Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada, ha sido declarada culpable de asesinato, por el jurado popular encargado de emitir su veredicto, una vez finalizada la causa. Quezada mató al pequeño con alevosía y abuso de superioridad pero queda descartado el ensañamiento. La presidenta del tribunal notificará su condena en las próximas horas, se enfrenta a la prisión permanente revisable.
El jurado popular ha hecho público su veredicto a las 18:30 horas de este jueves en la Audiencia Provincial de Almería y frente a la propia acusada. Las siete mujeres y dos hombres que lo conforman han motivado su decisión al contestar, por unanimidad, a los cinco hechos concretos a los que estaban obligados a responder a la luz de los hechos probados, durante la vista oral del juicio penal.
Para todos ellos, Ana Julia Quezada «era consciente de su superioridad respecto del niño, por la diferencia de edad y complexión». Y mató al pequeño Gabriel Cruz «de forma intencionada, súbita y repentina» lanzándolo contra el suelo o pared de la habitación y provocando posteriormente su asfixia, «hasta vencer su resistencia y provoca su fallecimiento».
Testimonios, peritos, agentes,… han sido clave para que el jurado haya podido entender qué ocurrió entre el día del crimen y el de la detención de la acusada, el 11 de marzo de 2018, tras hallarse el cuerpo del pequeño Gabriel en el maletero del coche que ella misma conducía, con destino a su domicilio en la localidad de Vícar, ignorando que era la principal sospechosa para la Guardia Civil.
Pese a los constantes sollozos, llantos y súplicas de Ana Julia Quezada durante las sesiones de la causa, el jurado no se ha conmovido. Quezada actuó con frialdad y muestra de ello es que participó activamente en la búsqueda del pequeño Gabriel durante las casi dos semanas transcurridas desde su desaparición y hasta que fue localizado, a sabiendas de que ella misma había terminado con su vida.
Durante aquellos aciagos días la asesina confesa -pareja sentimental del padre del niño- mantuvo constantemente una actitud positiva, de ánimos a sus padres y con intervenciones en medios de comunicación a los que aseguraba que el niño aparecería. Fue ella misma quien, con una pasmosa planificación, depositó una camiseta del pequeño en una zona cercana a la finca de una de sus ex parejas para intentar desviar la atención y culpar a éste de la desaparición de Gabriel Cruz.
Cinco hechos probados
Los miembros del jurado han confirmado los cinco puntos clave sobre los que debían pronunciarse, al hilo de los hechos probados:
¿Cómo se produjo la muerte de Gabriel?. Han determinado y motivado el modo en el que Ana Julia Quezada sesgó la vida del pequeño en la finca familiar de Rodalquilar, a la que llegó con él tras recogerlo de camino a casa de su abuela paterna en Las Hortichuelas. Ana Julia Quezada tenía «intención» de quitarle la vida y actuó bajo un plan preconcebido.
En este sentido, los miembros del jurado también se han pronunciado sobre si, a tenor de las pruebas, la enjuiciada cometió el crimen aumentando de manera deliberada e inhumana el sufrimiento del menor. En este punto, no han considerado la existencia de atenuantes -como la confesión o el arrebato- en el comportamiento de Quezada.
Además, durante los once días que duró la búsqueda del menor en Níjar, la acusada -considera el jurado- provocó un sufrimiento adicional a los padres del pequeño Gabriel. Patricia Ramírez y Ángel Cruz sufrieron lesiones psíquicas y daños morales como resultado de la actitud de Ana Julia Quezada, quien ocultó la muerte del menor y prolongó conscientemente la incertidumbre de la familia, apoyada en la versión de su desaparición.
También han rechazado una posible suspensión de la pena y se han posicionado en contra de cualquier futura y eventual solicitud de indulto de Ana Julia.