SEVILLA

La juez ordena desalojar al okupa de Sevilla que alquila el piso a turistas tras un año de denuncias

El okupa se ha quedado el piso durante más de un año y medio hasta que se ha resuelto el caso

El okupa ya había sido desalojado de la vivienda anterior, justo enfrente de la que okupa ahora

okupa Sevilla
Ángel Moya

La Justicia ha hablado, pero ha tardado un año y medio en hacerlo. Durante todo este tiempo, un okupa le ha quitado su piso de Sevilla a una enferma de Parkinson y a su hermano desempleado. Ahora, la juez ha dictado que el okupa abandone de inmediato la vivienda bajo la advertencia de desalojarlo y que pague las costas de la demanda.

En todo este tiempo en que la Ley le ha permitido quedarse con la vivienda de la mujer enferma, el okupa ha tenido el valor de pedirle al juez que no le desaloje porque esa era su vivienda habitual y estaba en una situación de vulnerabilidad social.

Este okupa de Sevilla, llamado F.J., también aprovechó para alquilar el piso a turistas a través de plataformas inmobiliarias y lucrarse con su «okupación». En ocasiones alquilaba las habitaciones a 40 euros al día, tal y como adelantó OKDIARIO, en otras el okupa se mudaba al ático del edificio con un colchón y alquilaba el piso entero por un buena cantidad de dinero.

Habla la víctima

Así relataba la situación Laura, la víctima, a OKDIARIO: «Ahora resulta que ha empezado a alquilarlo por una plataforma y los vecinos me avisan que lo tuvo alquilado para toda la Feria de Sevilla. Además, también me advierten que está alquilando la plaza de garaje, así que tuve que ponerle un cepo».

Laura le llama a las cosas por su nombre: «Bueno, este señor tiene varios anuncios puestos en la plataforma, todos ellos anunciando mi piso. O sea que no sólo está ocupando mi piso sino que además se está lucrando. Además, por lo que veo en las fotos me faltan muebles y no sé si los habrá vendido o qué es lo que habrá hecho».

Contrato falso

El letrado de la víctima, Manuel Huertas, apunta también que el mismo juzgado que lleva el caso, ya desalojó al mismo okupa de Sevilla cuando estaba en la misma situación, okupando el piso de enfrente al de la víctima. De hecho, lo hizo constar en sus escritos, como una larga serie de argumentos que han hecho inclinarse a la juez por dictar el desalojo inmediato del okupa

Entre esos argumentos se encuentra, que cuando la mujer enferma de Parkinson y su hermano pusieron la primera denuncia al okupa, éste esgrimió un contrato de alquiler falso para detener el desahucio inminente.

Durante todo el proceso judicial, el letrado Manuel Huertas también ha insistido en recordar que: «La situación de vulnerabilidad que no acredita el demandado, sí que la padecen mis mandantes, agravada además por la ilegal “okupación de su vivienda que viene perpetrando aquél desde hace año y medio».

Y lo ha argumenta acreditando que las víctimas  y propietarios de la vivienda okupada reciben ayudas en forma del Bono Social Eléctrico por vulnerabilidad social, que además han tenido que pagar un alquiler durante todo este tiempo que el okupa se ha quedado con su piso y además los propietarios sí están desempleados y reciben la prestación de desempleo.

Todo esto además de que la propietaria sufre un estado avanzado de enfermedad de Parkinson y su hermano, el otro propietario de la vivienda está discapacitado por culpa de haber sufrido un ictus.

Ahora, por fin, el Juzgado de Primera Instancia número 11 de Sevilla ha decretado lo siguiente: «Condeno a la parte demandada a dejar libre, expedita y a disposición de los demandantes la vivienda sita en calle Monsalves de Sevilla, con apercibimiento de lanzamiento para el caso de no verificarlo y con expresa condena en costas».

A partir de ahora queda fijar la fecha del desalojo de acuerdo con sus legítimos propietarios. Es el final de un largo periodo de angustia para Laura y su hermano. Un caso que se podrían haber ahorrado de haber habido mayor diligencia policial y judicial.

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