MUERTE EN TRASPINEDO

La Guardia Civil descarta como sospechoso a otro de los amigos que estuvo con Esther López antes de morir

Más de dos meses después de la desaparición de la joven de Traspinedo los investigadores siguen reduciendo la nómina de “personas de interés”

El último avance ha permitido apuntalar los indicios y sacar de la hipótesis policial a otro de los hombres que ha estado en el centro de las pesquisas

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Esther López Óscar
La Guardia Civil hará una nueva ronda de interrogatorios en Traspinedo.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Que lo último que se sepa de una persona desaparecida es que fue vista por varios testigos abandonando un bar de su pueblo en compañía de dos personas a altas horas de la madrugada es un dato que convierte a esas personas en los principales objetivos de los investigadores. Eso es lo que durante dos meses llevan haciendo los agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Valladolid en Traspinedo, quienes después de mucho trabajo van llegando a conclusiones y descartes. Si hace unas semanas fuentes del caso confirmaban que el único detenido durante la investigación estaba casi descartado como responsable de la muerte de Esther López, ahora esas mismas fuentes aseguran que han llegado a la misma conclusión, pero con al menos uno de los hombres que estuvo con la chica hasta muy poco antes de desaparecer.

Las dos personas que estuvieron con Esther López la noche que desapareció han estado en el centro de las pesquisas desde el primer momento. Más incluso cuando los investigadores supieron que estos dos vecinos de Traspinedo ocultaron una parada en el relato que hicieron ante los investigadores sobre cuál fue su itinerario con la chica justo antes de que ésta desapareciera. Los dos hombres que iban con Esther aquella noche antes de desparecer no mencionaron a los investigadores haber estado con ella consumiendo drogas en un lugar conocido como Las Bodegas, a las afueras de Traspinedo.

La sola omisión de ese dato era más que suficiente para prestar atención especial a estas dos personas, pero la omisión del dato no podía ser igual de valorada en una y en otra persona. Si bien uno de los amigos de Esther lo omitió de manera consciente ya que recordaba a la perfección otros pasajes de la noche, el otro prácticamente tenía en su memoria fragmentos de la noche. De hecho, ni siquiera recordó haberse hecho fotos y vídeos con la chica desaparecida hasta que los propios investigadores se lo mostraron durante su interrogatorio. No es que eso fuera un indicio de inocencia, pero al menos sí que aportaba una explicación razonable de por qué no había contado aquel detalle de la noche: básicamente porque no se acordaba.

La imagen fantasma

Otro de los elementos a tener en cuanta por los investigadores es que, al contrario de lo que trascendió en su día, ni los dos amigos ni Esther habían sido grabados por las cámaras de vigilancia de tráfico cercanas al lugar donde desapareció la chica, lo que no significa que no existan imágenes de otros dispositivos, pero lo que sí parece tener constatado la investigación es que uno de esos amigos se fue a dormir a su casa mientras el otro seguía camino con Esther.

De hecho, el amigo que se quedó a dormir en su casa antes de que Esther y la otra persona siguieran camino tuvo determinados comportamientos después de la desaparición de la chica que también han ayudado a determinar que no debe seguir estando entre los principales sospechosos del caso. Dentro de sus limitaciones éste amigo siempre se mostró colaborador con los investigadores y fue quien dio sentido a otros personajes que fueron apareciendo en la investigación, como Ramón, alias El Manitas, el hombre que aseguró haber visto a Esther tras su desaparición. Ahora los investigadores creen que Ramón sí vio a la mujer pero que lo hizo antes de que ella desapareciera y que al contarlo se equivocó de fecha, algo que atribuyen a un estado de confusión en el que al parecer esta persona estuvo durante varios días desde el final de las Fiestas de Navidad.

Los anteriores indicios sumados a todas las pruebas de índole técnico y científico recogidas por los investigadores es lo que sustenta la creencia de que ese amigo de Esther nada tiene que ver con su desaparición. Y en eso ha consistido la investigación de la desaparición y homicidio de Esther López. Desde el principio los investigadores han reunido un nutrido grupo de sospechosos en el que han entrado todo tipo de personas, independientemente de su condición o nivel de relación con Esther. La simple interacción con la joven previa a su muerte fue motivo para estar incluido en ese listado de sospechosos.

Ahora con el paso del tiempo la lista ha ido adelgazando hasta alcanzar un número más que manejable de personas de interés. Fuentes del caso aseguran que un par de pruebas más marcarán la diferencia para que uno de esos nombres se postule como el que tenga la clave de la muerte y desaparición de Esther López.

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