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El truco que la DGT no quiere que sepas: consigue tu etiqueta ECO con este gesto

La DGT no quiere que sepas este truco que te permitirá conseguir tu etiqueta ECO a un coche que no la tiene sin invertir nada.

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El truco que la DGT no quiere que sepas: consigue tu etiqueta ECO con este gesto
El truco que la DGT no quiere que sepas: consigue tu etiqueta ECO con este gesto
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

La DGT no quiere que sepas este truco que te permitirá conseguir tu etiqueta ECO a un coche que no la tiene sin invertir nada. Los coches de combustión vendidos a partir de 2006, en especial los diésel ya no pueden circular por determinadas ciudades. Cada vez más se pone el cerco sobre una contaminación que también afecta a los bolsillos. Ha llegado el momento de dar un cambio y de hacerlo con el mismo vehículo con la etiqueta ECO y un truco que la DGT no quiere que sepas.

La DGT no quiere que sepas este truco para conseguir tu etiqueta ECO

Si tienes un coche de 2006 que no pasa por ECO, puedes transformarlo cambiando el motor. adaptándolo a la normativa convirtiéndolo en un coche de gas licuado. Puede parecer surrealista, pero te saldrá más barato que un coche nuevo y podrás amortizar la inversión durante los primeros 30.000 kilómetros.

El hecho de haber comprado en el pasado un coche diésel era una cuestión de bolsillo y fiabilidad. Hasta antes de las nuevas normativas suponían un ahorro al costar menos que la gasolina. No hace tanto tiempo el diésel estaba por debajo del euro, con lo cual, era la mejor forma de moverse y hacer kilómetros.

Ahora todo ha cambiado y lo que parecía un ahorro es un gasto enorme. Podrás cambiar esta tendencia transformando tu coche. El medio ‘El Motor’ es el que explica cómo realizar esta transformación siempre y cuando tu coche cumpla con unos requisitos. No debe sobrepasar un número de cilindrara y tener una antigüedad máxima.

A partir de aquí conseguir la etiqueta ECO supone unos euros de más que acabarán amortizándose al tratarse de un combustible más barato. Una opción que sale más barata que un cambio supone entre 1.500 y 3.000 euros, dependiendo del tipo de coche que queramos cambiar.

El gas licuado es una opción menos extendida que los coches eléctricos, pero acaban siendo igual de beneficiosos para el medio ambiente. Frenando en seco las emisiones y provocando una etiqueta ECO que permite moverse por toda la ciudad con total libertad. Este tipo de gas es el que puede darnos un ahorro constante, además de esta facilidad de movimientos. Este es el truco que no quiere la DGT que sepas para no aplicarlo y conseguir prácticamente gratis la etiqueta.

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