‘Rave’ ilegal de Llinars: la patronal estatal del ocio nocturno quiere ser acusación popular
La Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) y la patronal estatal del ocio nocturno Spain Nightlife han informado de que quieren ejercer la acusación popular en el caso de la ‘rave’ de Llinars del Vallès (Barcelona), que lleva un juzgado de Granollers (Barcelona).
Ambas patronales aspiran a que los eventuales imputados, hay dos detenidos por desobediencia grave y cinco investigados, reciban el castigo más elevado previsto en la ley, aunque lo consideran menor «teniendo en cuenta la gravedad de los hechos», sostienen este domingo en un comunicado.
Han lamentado que el Código Penal no prevea como delito contra la salud pública la propagación de enfermedades y epidemias, por lo que Spain Nightlife se ha comprometido a solicitar al Gobierno que impulse una reforma; en paralelo, la Conselleria de Interior ha preguntado a la Fiscalía si es posible investigar a los participantes en la ‘rave’ por ese delito.
Las patronales han acusado a la Generalitat de negociar con los organizadores de la fiesta mientras que «con el sector legal no se negoció el cierre», sino que los profesionales se enteraron directamente a través del Diari Oficial de la Generalitat (Dogc), según han destacado.
Por su parte, el secretario general de la Fecasarm y de Spain Nightlife, Joaquim Boadas, ha calificado de falta de respeto el hecho de que se realicen estas fiestas y que, según él, «los organizadores no paguen ninguna consecuencia».
Más de 200 personas denunciadas
Los Mossos d’Esquadra han denunciado a 215 de los asistentes a la ‘rave’ en una nave abandonada en Llinars del Vallès (Barcelona), que empezó en Nochevieja y que fue desalojada este sábado, por incumplir las medidas sanitarias frente a la Covid-19.
Los asistentes eran de nacionalidad española (100), francesa (35), italiana (10), andorrana (3), austriaca, holandesa y luxemburguesa, informó el conseller de Interior, Miquel Sàmper, en una rueda de prensa este sábado junto al mayor de los Mosos, Josep Lluís Trapero.
Además, los Mossos detuvieron a una chica holandesa de 29 años y a un joven de Tarragona de 22 años –los supuestos organizadores– por presunta desobediencia grave, e investigan a cinco personas más por ese mismo delito.
En el marco del operativo de tráfico desplegado en la zona, se practicaron 61 tests de alcoholemia que han dado negativo, mientras que una prueba de drogas ha dado positivo.
El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) levantó 30 actas por documentación caducada e inspección técnica del vehículo caducada. Trapero ha informado de que en el operativo arrancó la noche del 31 de diciembre, cuando había unas 300 personas en la nave, y que en él participaron unos 200 agentes de los Mossos d’Esquadra junto a la policía local de Llinars.
Preguntado por si Mossos hace autocrítica sobre la actuación, Trapero declaró que se podría haber mejorado en la «detección» de la fiesta, y añadió que la policía continúa trabajando para identificar al propietario de la nave abandonada. También explicó que la policía local trató de mediar la noche del 31, y que los Mossos lo intentaron en dos ocasiones más antes de proceder al desalojo –una el viernes por la tarde, y otra la mañana de este sábado–. «Nadie ha tenido una actitud de facilitar el final de este ejercicio de irresponsabilidad», ha lamentado, por lo que este sábado los efectivos de orden público entraron y sacaron a los asistentes, en el marco de un operativo que se ha saldado sin más incidentes, ha destacado Trapero.
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