¿Qué santos se celebran hoy, sábado 30 de marzo de 2024?

¿Qué santos se celebran hoy, sábado 30 de marzo de 2024?. El Sábado Santo es un día de reflexión y silencio en la tradición cristiana, marcando la espera entre la crucifixión y la resurrección de Jesús. Sin embargo, en este día también se conmemora a varios santos que han dejado su huella en la historia de la Iglesia. Estos santos no solo representan la diversidad de caminos hacia la santidad, sino también la riqueza de las tradiciones y legados que han influido en la fe de muchas generaciones.

Mientras el mundo cristiano aguarda la celebración de la Pascua, es un momento oportuno para recordar y honrar a aquellos que, con su vida y obra, han sido ejemplos de virtud y dedicación. Entre ellos se encuentra San Pedro Regalado, patrón de Valladolid.

San Pedro Regalado, presbítero

Pedro nació en Valladolid en 1390 y a la temprana edad de trece años ingresó al convento de los franciscanos en la ciudad, que en ese momento era la Corte. A los quince años se convirtió en compañero inseparable del anciano y delgado Pedro Villacreces, un antiguo profesor de Salamanca y franciscano comprometido con la reforma. Juntos obtuvieron permiso del obispo de Osma para fundar un nuevo convento en La Aguilera, en tierras burgalesas. Desde entonces, Pedro Regalado se convirtió en discípulo de Villacreces y juntos se esforzaron por seguir una vida de santidad y observancia franciscana pura.

En ese momento, la Iglesia atravesaba dificultades, con monasterios que no cumplían con los estándares de observancia. La peste negra también afectó a los monasterios, que abrieron sus puertas a personas no preparadas para reemplazar a los miembros fallecidos. Era evidente que se necesitaba una reforma real. Los dos Pedros se dispusieron a liderar esta batalla franciscana entre los monjes. Jóvenes se unieron a ellos en La Aguilera, donde Pedro Villacreces los formó desde cero, sin las malas influencias de otros frailes mayores. Durante once años, Pedro Regalado desempeñó diferentes roles en el convento pobre, como limosnero, sacristán, cocinero y encargado de dar limosna a los pobres.

Cuando Villacreces regresó a Valladolid para fundar El Abrojo, Pedro Regalado se convirtió en maestro de novicios. Se destacó por su tiempo dedicado a la oración y a la penitencia, así como por su estricto cumplimiento de la Regla. Predicaba en los pueblos cercanos con sencillez y persuasión, logrando numerosas conversiones. La gente comenzó a hablar de su presencia ejemplar e incluso de milagros.

En 1422, tras la muerte de Villacreces, los religiosos de La Aguilera y El Abrojo eligieron a Regalado como prelado o vicario. La reforma se extendió a través de nuevas fundaciones, llegando a ser conocidas como «las siete de la fama». En estos conventos se respetaban doce horas de oración diarias, se trabajaba en el campo para ayudar a los agricultores y obtener limosnas, se prohibía almacenar provisiones, se dormía en celdas pobres, se mantenía un silencio casi continuo y no se aceptaba dinero por misas o celebraciones litúrgicas.

Pedro Regalado pasó su tiempo viajando entre diferentes conventos, destacándose por su discreción espiritual y su elocuente predicación basada más en la oración que en los libros. La Aguilera le proporcionó el mejor retiro y contemplación para sus últimos años. Aunque nunca abandonó su penitencia habitual, añadió ayuno diario y disciplinas para mortificar la carne. Basó su fuerza en tres pilares: amor a la Eucaristía, devoción a la Santísima Virgen y recuerdo de la Pasión.

La vida de Pedro Regalado fue un ejemplo de dedicación a la fe y a la reforma franciscana. Su legado perdura hasta hoy como inspiración para aquellos que buscan una vida de santidad y humildad.

San Segundo de Asti, mártir

La historia de San Segundo de Asti sucedió en la región transpadana, en la ciudad de Asti, en el noroeste de Italia. Segundo era un hombre de confianza del prefecto Sapricio, quien lo envió en un viaje para intentar obligar a un prisionero cristiano llamado Marciano a ofrecer sacrificios a los ídolos. Durante el viaje, Segundo experimentó varias visiones y encuentros con ángeles que lo llevaron a abrazar la fe cristiana. A pesar de la oposición de Sapricio, Segundo se mantuvo firme en su fe y finalmente fue decapitado por orden del prefecto. Su historia está llena de elementos fantásticos y virtudes heroicas, y su valentía y convicción en la fe cristiana lo convirtieron en un mártir venerado por la Iglesia.

Santa Osburga de Coventry, abadesa

No se dispone de mucha información sobre Santa Osburga, y su existencia es objeto de controversia entre algunos estudiosos. Existe cierta dificultad para determinar con precisión el período de su vida terrenal, ya que algunos afirman que murió alrededor del año 1018, mientras que otros sostienen que vivió en el siglo VII. Según investigaciones recientes, se ha documentado que el danés Cnut pudo haber fundado el convento de monjas en Coventry, con Osburga como su primera abadesa.

Resulta curioso que los mismos daneses habrían destruido el convento en 1016, pero posteriormente se construyó un monasterio masculino en 1043 que fue dedicado a Osburga, lo que sugiere que el culto a la santa ya estaba arraigado. El nuevo monasterio fue fundado por el caballero Leofrico y su esposa Godiva, y la tumba de Osburga en la iglesia abacial se convirtió en un centro de peregrinación para los habitantes locales. Se produjeron numerosos milagros atribuidos a la intercesión de la santa, lo que llevó al clero y a los fieles de Coventry a solicitar al obispo que se celebrara una festividad en su honor en 1410. Desde entonces, la fiesta de Santa Osburga se ha celebrado anualmente en toda la diócesis de Coventry.

Durante el resurgimiento del catolicismo en Inglaterra en el siglo XIX, la primera iglesia construida en Coventry fue dedicada a Santa Osburga por mandato del arzobispo Ullathorne. El 9 de septiembre de 1845, el nuevo edificio religioso fue consagrado por el Cardenal Wiseman, y desde entonces la santa es recordada en el calendario diocesano en esa fecha para evitar que coincida con la Cuaresma. A pesar de esto, en el Martirologio Romano, la conmemoración de Santa Osburga sigue siendo el 30 de marzo.

Otros santos que se celebran en este 30 de marzo

Junto a los mencionados, en este sábado 30 de marzo se celebra también a estos santos:

• san Domnino de Tesalónica, mártir (s. IV).
• san Régulo de Senlis, obispo (s. IV).
• santos mártires de Constantinopla (s. IV).
• san Juan Clímaco, abad (f. 649).
• san Zósimo de Siracusa, obispo (f. c. 600).
• san Clino de Aquino, abad (f. c. 1030).
• san Leonardo Murialdo, presbítero (f. 1900).
• san Julio Álvarez Mendoza, presbítero y mártir (f. 1927).
• santos Antonio Daveluy, Pedro Aumaître, Martín Lucas Huin, José Chang Chu-gi, Tomás Son Cha-son y Lucas Hwang Sok-tu, mártires (f. 1866).
• beato Amadeo IX de Saboya, duque (f. 1472).
• beato Luis de Casoria, presbítero (f. 1885).
• beata María Restituta Kafka, virgen y mártir (f. 1943).